El colapso de la economía de Venezuela no ofrece signos de mejoría, según los últimos pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI), que alerta del riesgo de una pérdida del 60% de la riqueza per cápita entre 2013 y 2023, cifra que se asemeja al empobrecimiento sufrido por países en guerra o en procesos revolucionarios, mientras que la hiperinflación alcanzará el 10.000.000% en 2019.Pero, ¿cómo imaginar un escenario en que la inflación llega al 10.000.000%?Pedro Palma, economista venezolano sostiene que “tendría un impacto enorme sobre la población, porque ello implicaría una nueva caída dramática de la capacidad de compra de los venezolanos, porque el ingreso nominal de las personas, ni remotamente puede incrementarse o crecer al ritmo en que aumentan los precios y, por lo tanto, hay una caída dramática del ingreso real de la población, y por ende un empobrecimiento sustancial de la misma”. Foto: AFP Además añade que el impacto recae con más fuerza sobre la población de más bajos ingresos, “porque tiene que destinar prácticamente la totalidad de su ingreso para adquirir unos pocos bienes de consumo esenciales de supervivencia, dado que la inflación de alimentos tiende a ser muy superior a la inflación promedio de la economía”.Deterioro del poder de compraHenkel García, director de Econométrica, señala que “estas tasas altísimas de inflación al final terminan en un deterioro sin precedentes del poder de compra de salario, es algo sostenido, porque ya lo hemos vivido hace años atrás, pero que se ha profundizado en los últimos años, no hay manera de evitar una caída de poder de compra de los ingresos con estos niveles de hiperinflación”.“Cada vez tu salario rinde menos, buena parte de los venezolanos tienen un perfil de gasto igual al de una familia pobre en cualquier parte del mundo, la totalidad de tu ingreso se te va en cosas básicas, en ir al supermercado, no te puedes comprar nada adicional”. Foto: AFP “Tienes ambos efectos, por el lado del consumidor, una caída del poder de compra tremenda y por el lado del comerciante, una caída de inventario tremendo también, a lo que se une la dificultad de fijar precios y ajustes violentos de precios diarios en los anaqueles”, señala.“Si el gobierno continua con sus políticas policiales de tratar de controlar el precio vía decreto, no sólo habrá hiperinflación sino también escasez, quizá hasta más dura, porque no hay nada más caro como el producto que no se consigue”, sentencia García.
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