Las manifestaciones tuvieron lugar en la capital Tuxtla Gutiérrez y se replicaron en otras cuatro ciudades del estado, exigiendo también justicia para los más de 100 periodistas asesinados en México desde el año 2000 y cuyos crímenes permanecen en su mayoría impunes.
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Con pancartas con mensajes como "Justicia para Mario Gómez" y "No más periodistas muertos", los reporteros demandaron al gobierno garantías para ejercer el periodismo en Chiapas, especialmente en regiones donde opera el crimen organizado y los alcaldes actúan "a modo de virreyes que condicionan las libertades", según un manifiesto difundido en la protesta.
Gómez, de 35 años y que trabajaba como corresponsal de información general de El Heraldo de Chiapas en el municipio de Yajalón, fue asesinado la tarde del viernes cuando salía de su casa ubicada en dicha localidad en el norte del estado.
Itzel Grajales, dirigente de la asociación de periodistas local, reclamó al gobierno por "dejar solo a Mario" pese a sus denuncias, además de acusar de omisión y negligencia al fiscal local, Raciel López, quien "sólo se tomó la foto con Mario" pero no ahondó en la investigación, afirmó.
En junio de 2016, Gómez fue amenazado de muerte tras publicar una investigación de corrupción política, según reportó la organización de defensoría de periodistas Artículo 19, mientras que fuentes de El Heraldo dijeron el viernes a la AFP que acusó intimidaciones recientemente.
La fiscalía general de México informó este sábado que su personal ya trabaja en Yajalón con autoridades de Chiapas y la fiscalía de delitos contra la libertad de expresión, FEADLE, donde espera esclarecer "si existió alguna relación entre el homicidio y su actividad periodística", precisó en un comunicado.
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Gómez recibió cuatro balazos desde un vehículo en movimiento a unos 10 metros de distancia "por lo que todo indica que es un sujeto adiestrado que conoce del manejo de armas", declaró el fiscal de homicidios, Luis Alberto Sánchez.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos de México expresó "su más enérgica condena" por el crimen y ofreció respaldo y asesoría a los familiares de Gómez, así como a los directivos de El Heraldo de Chiapas, según un comunicado difundido este sábado.
México es el segundo país más peligroso para los periodistas después de Siria, según una clasificación de la organización Reporteros Sin Fronteras.