Un análisis sobre la coyuntura nacional se realizó este viernes en el programa A Primera Hora, de Emisoras Unidas. Como invitados en cabina participaron Roberto Alejos, exdiputado y expresidente del Congreso; y Aquiles Faillace, constituyente y presidente de la Asociación de Dignatarios de la Nación.
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Recientemente el presidente Jimmy Morales anunció la no renovación del mandato de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), que concluye en septiembre de 2019. Además, su Gobierno prohibió el ingreso del comisionado Iván Velásquez por considerar que es “una persona que atenta contra el orden y la seguridad pública”.
Ayer, el mandatario ofreció una conferencia de prensa acompañado por integrantes del Consejo de Seguridad Nacional, en donde confirmó sus decisiones y resaltó la “pasividad” de las Naciones Unidas para atender las preocupaciones que el Estado de Guatemala tenía sobre el desempeño de Velásquez. De igual forma, reiteró que Asimismo, reiteró que la ley lo “faculta a no obedecer órdenes ilegales”.
Alejos señaló que se debe analizarse la posibilidad de que Morales no acate ciertas sentencias, porque aunque él las califique como ilegales, se estaría rompiendo la institucionalidad del país.
Mientras tanto, Faillace dijo que si el gobernante se dedica a no cumplir las órdenes de la Corte de Constitucionalidad “estaríamos cayendo a un barranco constitucional, porque no hay golpe de estado, pero deja de existir quién controle la constitucionalidad en el país”.
Respaldo militar
Además, los entrevistados se refirieron a la forma que utilizó Morales para dar a conocer que no se prorrogará más la presencia de la CICIG en el país, pues en la conferencia de prensa en el Palacio Nacional estuvo acompañado de decenas de elementos del Ejército y de la Policía Nacional Civil.
Cabe recordar que ese día se observó presencia de vehículos tipo Jeep J8 en las calles de la Ciudad de Guatemala, incluso en cercanías de la sede de la comisión. Aunque el ministro de Gobernación, Enrique Degenhart, calificó como “patrullajes normales” esta situación, algunos pronunciamientos van enfocados en que se trataría de posibles acciones intimidatorias.
A criterio del expresidente del Congreso, lo que ocurrió en esa jornada fue un intento de sacar a Velásquez del territorio guatemalteco. “Digan lo que digan, toda la operación era para irlo a detener, sacarlo y llevárselo del país. No funcionó como les pasó hace un año y empezaron a moverse a ver qué podían hacer”, indicó.
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Por aparte, Alejos se refirió a la instrucción que dio Morales de que de “inmediato” se inicie el traslado de capacidades de parte de la comisión, y la interpretó como un debilitamiento total para esa entidad, ya que se estaría dando prácticamente por concluida su participación en el país.
“Decir empiecen a entregar ya el cargo significa ir metiendo a la CICIG a gente de ellos (vinculada con Morales) para empezar a recibir documentación, grabaciones. Es un debilitamiento total de la CICIG de parte del presidente y su equipo”, expuso.
Por su parte, Faillace señaló que el mensaje subliminal que mandó el gobernante al rodearse de militares es: “el Ejército está del lado mío y no de la Corte de Constitucionalidad”.