La selección de Francia tiene la ventaja en el juego de la gran final ante Croacia al que está derrotando 2-1.
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Pero el juego no ha dejado de tener polémica sobre todo porque esta ha tenido injerencia en las decisiones del árbitro argentino Néstor Pitana.
En la primera anotación, nació de una falta inexistente sobre Antoine Griezmann y este al levantar el centro, Mario Mandzukic en su intención por despejar la pelota, la terminó incrustando en su propia portería.
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Minutos después, cuando los croatas habían conseguido el empate tras el gol de Ivan Perisic, este se convirtió en villano, ya que según el criterio de Pitana y con la ayuda del VAR, decretaron el penal que convirtió Griezmann y de momento tiene en ventaja a los galos.