El izquierdista Andrés Manuel López Obrador es el claro favorito para ganar las elecciones presidenciales en México, marcadas por una violencia brutal que dejó este domingo dos militantes muertos y más de un centenar asesinados en menos de un año.
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"Este es un día histórico", dijo a la prensa López Obrador, de 64 años, antes de votar.
"Va a ser un cambio ordenado y al mismo tiempo profundo", añadió rodeado de su esposa, sus hijos y una nube de periodistas en un centro electoral en el sur de la Ciudad de México.
En su tercer intento consecutivo de alcanzar la silla presidencial, AMLO, como se lo conoce entre los mexicanos, se presenta como el candidato antisistema y es el favorito en las encuestas, con más de 20 puntos por delante de sus rivales de los partidos tradicionales. Le sigue Ricardo Anaya, impulsado por una coalición de derecha e izquierda (PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano) y José Antonio Meade, del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien aparece tercero.
Cambio del mapa político
Los candidatos de Morena, la coalición que lidera López Obrador, que actualmente no gobiernan ningún estado, se llevarían el triunfo de cinco de las nueve gobernaciones en disputa, según una encuesta de boca de urna de la consultora Mitofsky. Este triunfo modifica definitivamente el mapa político en los 32 estados que conforman México y que hasta ahora eran gobernados mayoritariamente por el PRI y el PAN.
Así Claudia Sheinbaum, de esa coalición, se convirtió este domingo en la primera mujer electa a la alcaldía de la Ciudad de México, según esos sondeos.
Además de elegir presidente, unos 89 millones de mexicanos estaban convocados para votar gobernadores, alcaldes, senadores y diputados locales y federales entre los más de 18.000 puestos en disputa. Se trata de la primera vez que se eligen tantos cargos en un solo proceso.
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El conservador PAN conservaría la gobernación de Guanajuato con Diego Sinhué Rodríguez, con entre 40,6% y 48,6%.
Mitofsky no ha divulgado aún las encuestas de boca de urna en los estados de Yucatán (este), Puebla (centro) y Jalisco (oeste), ya que aún no hay una tendencia clara.
Elecciones "sangrientas"
Las elecciones ponen fin a la campaña electoral "más sangrienta" de la historia reciente de México, con al menos 145 políticos asesinados desde septiembre (de ellos 48 eran precandidatos y candidatos), cuando se inició el proceso electoral, según la consultora Etellekt.
Un número significativamente mayor al registrado en 2012, cuando nueve políticos y un candidato fueron asesinados.
Flora Reséndiz González, una militante del Partido del Trabajo (PT) de México se sumó a la lista de muertos tras ser asesinada este domingo "con arma de fuego" en el estado de Michoacán (oeste), antes de la apertura de las casillas para las elecciones, informó la fiscalía regional. También un miembro del oficialista PRI fue asesinado en el central estado de Puebla.
¿Trump vs AMLO?
Si sale ganador, una de las mayores interrogantes es la relación de AMLO con el presidente estadounidense Donald Trump y sobre todo, cómo dos modelos tan antagónicos funcionarán a ambos lados del Río Bravo, en temas tan vitales como migración y negociaciones hacia un renovado Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
De su lado, el gobierno estadounidense aseguró que nada cambiará.
"Creo que a la gente le sorprendería pero el presidente Trump tendrá el mismo trato con él que el que tiene con otros líderes extranjeros. Espera reunirse con él pronto", declaró John Bolton, asesor de seguridad nacional del presidente norteamericano.
"Una reunión entre los líderes puede dar resultados sorprendentes", añadió en una entrevista con la cadena Fox News.
¿La hora de la izquierda?
Por primera vez en décadas, la izquierda puede alcanzar la presidencia de la segunda economía latinoamericana.
Todos los candidatos han prometido luchar contra la violencia y la corrupción. Pero López Obrador ha sabido capitalizar ese hartazgo en México, tras un sexenio de gobierno de Enrique Peña Nieto, marcado por la corrupción y denuncias de violaciones a derechos humanos.
En su proyecto de nación 2018-2024, AMLO pretende un rescate del campo, revisar millonarios contratos derivados de la reforma energética, un gobierno "austero, sin lujos ni privilegios" y reducir sueldos de altos funcionarios públicos hasta en un 50%. Todo para incrementar programas sociales y reducir la pobreza.
El problema es que muchos mexicanos y analistas le critican una falta de propuestas concretas, bajo una retórica "populista" que podría conducir al país por la misma senda de la crisis económica en Venezuela.
"Una pólítica fiscal más flexible podría ayudar a AMLO a impulsar el crecimiento para el próximo año, pero estamos preocupados de que una estrategia más populista e incierta afecte el crecimiento a largo plazo", precisó un informe de Capital Economics.