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Se ganan la vida con cada lavada en el tanque El Perú

Las señoras del Lavadero Municipal El Perú, ubicado en la 19 calle y Avenida Elena, en la zona 3, lavan ropa ajena por más de ocho horas diarias, aunque eso les deje un ingreso menor al salario mínimo.

El detergente, el jabón en bola y una palangana son las herramientas de trabajo para sacar adelante a sus hijos. Las señoras del Lavadero Municipal El Perú, ubicado en la 19 calle y Avenida Elena, en la zona 3, lavan ropa ajena por más de ocho horas diarias, aunque eso les deje un ingreso menor al salario mínimo.

Al iniciar su jornada, Teresa de Jesús Ortega, a sus 60 años, selecciona la ropa que va a lavar, pero antes se coloca una bolsa plástica a modo de delantal para mojarse lo menos posible.

En esta ocasión lavará algunos uniformes de los oficiales del Cuerpo de Bomberos Voluntarios. “Uno tiene que ver qué hace para ganarse la vida, algunos muchachos me confían el uniforme para que se los entregue limpio para su turno”, comenta doña Teresa.

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El salario mínimo para actividades agrícolas y no agrícolas alcanza los Q2 mil 992.36; sin embargo, para gozar ese ingreso se debe tener un trabajo formal. Las lavadoras obtienen un promedio de Q50 diarios, lo que sumaría un salario mensual de Q1 mil 500.

“Por lo general se cobran Q3 por pieza, pero ya las entregamos secas, algunas compañeras cobran por baño, pero cada quien cobra según la prenda”, indica María de Ovando, mientras restriega un pantalón de lona.

“Como en casa”

En un ambiente familiar y acompañadas por la imagen del Inmaculado Corazón de María, el Lavadero Municipal El Perú, el cual funciona desde hace 75 años, cuenta con 42 espacios, en donde cada mujer lava las prendas.

“Yo vengo cada ocho días a lavar la ropa de mi familia porque en la casa no siempre cae agua”, menciona Evelyn Chun, de 20 años, mientras cuida a su hijo de siete meses de edad a un costado de la pila.

Las madres dejan de lavar al mediodía, muchas de ellas para ir a recoger a sus hijos a la escuela, posterior a ello regresan con los pequeños, quienes se han familiarizado con el lugar y no dudan en jugar alrededor de los baños de ropa.

Los espacios alrededor del lavadero son utilizados para el secado. Su mecanismo: Aprovechan el sol y el viento y tienden la ropa en lazos que van afianzados a varas de bambú que miden hasta cuatro metros.

Doña Chila recuerda que hace más de 30 años las personas hacían cola para ingresar al lavadero.

“Ahora muchas personas tienen agua y lavan en su casa, pero antes acá no había espacio, las personas hacían cola y nomás entraban tiraban alguna playera en la pila para apartar su lugar”, dice la señora que está por cumplir 81 años y que no deja de lavar.

Opinan

  1. “Lo bueno es que aquí siempre hay agua y por ello aprovecho para lavar los ponchos”. Josefa Abac, lavandera.

  2. “Muchas mujeres vivimos de esto, y acá nos apoyamos entre todas”. Cecilia Morales, lavandera.

Las cifras

  1. 42 lavaderos individuales cuenta el tanque El Perú.
  2. 23 usuarias fijas están registradas en el lavadero.
  3. Q550 mensuales deben pagar por el agua las 23 usuarias fijas.
  4. Q10 diarios es el costo para todas las demás personas.

Los detalles

  1. “Está abierto para todos los vecinos”
  2. “El lavadero tiene una cuota de Q550 mensuales de agua, actualmente cuenta con 23 usuarias fijas, quienes se dividen la cuota mensual, y tiene 42 lavaderos, una regadera y un baño. Otras personas pueden usar las instalaciones pagando Q10 por día, tienen un horario de lunes a sábado de 6:40 a 18 horas. Antes se ubicaba cerca de la iglesia El Calvario, pero hace 75 años fue trasladado a la zona 3.” Carlos Sandoval, vocero de la municipalidad de Guatemala.
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