Forenses colombianos avanzaron este viernes en la identificación de los cuerpos de los tres ecuatorianos del equipo de prensa del diario El Comercio de Quito asesinados en cautiverio por disidentes de la exguerrilla FARC, informaron fuentes oficiales.
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"Ya los cuerpos están en posesión de Medicina Legal", en la ciudad de Cali (oeste), dijo el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, en rueda de prensa.
"La policía me asegura que es altísimamente probable que los cadáveres sean de los tres miembros de la prensa ecuatoriana", agregó.
El funcionario aseguró que los resultados de las necropsias se conocerán en "entre 24 y 48 horas".
Sin embargo, los resultados de ADN que confirmarán plenamente si se trata de los ecuatorianos podrían conocerse solo hasta el martes, según Yadira Aguagallo, pareja del fotógrafo Ricardo Rivas, una de las víctimas.
Rivas, de 45 años, el periodista Javier Ortega (32) y el conductor Efraín Segarra (60) cayeron en poder del grupo que dirige el exguerrillero Walther Arizala, conocido con el alias de Guacho, cuando realizaban un reportaje en la frontera el 26 de marzo.
Los tres fueron asesinados en cautiverio en Colombia, según anunció el gobierno ecuatoriano el 13 de abril.
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"Verdad y justicia"
Los familiares y autoridades judiciales ecuatorianas llegaron la mañana de este viernes a Cali para acompañar el proceso de identificación y eventual repatriación.
El jueves el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, informó de la aparición de los cuerpos.
"Es el inicio de un camino hacia la verdad y hacia la justicia y hacia que se establezcan responsabilidades en todos los niveles", dijo Aguagallo, a su llegada a Colombia.
Medicina Legal también identifica un cuarto cuerpo que sería del jefe de seguridad de "Guacho", precisó por su parte Villegas.
Según el ministro, los cadáveres, encontrados por perros policías, fueron enterrados de forma tal que nunca fueran hallados e incluso sus asesinos aseguraron "el área con minas".
¿Quién es Guacho?
Arizala, un exmando medio de la ya disuelta guerrilla FARC, se apartó del acuerdo de paz que condujo al desarme de unos 7,000 combatientes de ese grupo en 2017.
De origen ecuatoriano, Guacho es acusado por el ejército colombiano de operar como brazo armado del cartel mexicano de Sinaloa, y de tener también secuestrados a los ecuatorianos Óscar Villacis (24) y su compañera Katty Velasco (20).
Arizala se disputa con otras bandas el control del narcotráfico en Tumaco, una empobrecida localidad del departamento de Nariño, fronteriza con Ecuador, donde se concentra la mayor cantidad de narcocultivos en Colombia.
Sin un mando unificado, los disidentes están inmersos en el tráfico de cocaína hacia Estados Unidos, a través de la ruta del Pacífico, así como en la explotación ilegal de madera y oro, entre otros.
Las autoridades calculan que esos grupos cuentan con unos 1.200 miembros.