Graciela Urízar, una joven de 19 años, es la bombera que se ganó el corazón de muchos en las redes sociales luego de participar en las intensas jornadas de rescate de las víctimas del volcán de Fuego.
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La erupción volcánica más violenta de los últimos 30 años en Guatemala se cobró la vida de 110 personas, decenas de heridos y cerca de dos millones de damnificados.
A su corta edad, la guatemalteca que arriesgó su vida por el amor al prójimo forma parte de la 25.ª Compañía de Bomberos Voluntarios ubicada en Villa Nueva.
Tras enterarse de la emergencia el pasado 3 de junio, la joven no dudó en llegar a la estación y prestar su servicio.
Durante la jornada, la joven fue captada con el rostro cansado y triste, sentada mientras tomaba un respiro para continuar con el trabajo, el usuario no dudó en fotografiarla y compartir la imagen que fue replicada miles de veces.
"NO TODAS LAS HEROÍNAS USAN CAPA
Fui a uno de los puntos afectados. Tomé la foto de esta joven elemento de los @BVoluntariosGT. Mis respetos para todos los cuerpos de socorro. Se puede ver en la mujer el cansancio, impotencia y entrega. Rt "
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Más a fondo
Por su entrega y esfuerzo el salón "My Nailbar Spa Guatemala" le regaló un cambio total de imagen y mientras era transformada por fuera, su interior guarda duros momentos que nos reveló en una entrevista.
- ¿Qué pasó por tu mente luego de ver que tu foto era tan viral?
Fue una sorpresa, la verdad no me lo esperaba. No me di cuenta cuando tomaron la foto y la vi mucho tiempo después, todos los comentarios que me han llegado al inbox han sido increíbles, incluso hay personas que no pudieron contactarme y lo hicieron con mi familia para felicitarlos por mi trabajo.
- ¿Cómo ha sido tu trabajo en el rescate de víctimas?
Tengo un año de ser miembro activo de los bomberos y es la primera vez que me toca ver algo así. Nadie está preparado para ver tragedias como esa, pero como nuestro objetivo es ayudar y servir lo último que nos preocupa es si estamos preparados mentalmente para eso, ha sido muy difícil escuchar historias y ver casos que duelen, es bastante triste.
- ¿Qué ha sido lo más impactante de esta tragedia?
Creo que cuando fuimos a visitar un albergue y escuchar cómo los niños nos contaban su experiencia, cómo ellos querían salir y vieron sus papás se quedaban atrás. Algunos fueron rescatados y solo ellos salieron, sus familiares se quedaron adentro. Escuchar esas palabras en boca de los niños ha sido lo más duro para mí.
- ¿Cómo lograste esconder tus emociones ante lo que estabas viendo?
Fue muy difícil. La gente cree que somos insensibles, pero no es así, nos duele lo que estamos viendo; pero no podemos quebrarnos a la par de las víctimas porque sino nos convertimos en parte del problema.
Muchos nos desahogamos en otro lado, por ejemplo un compañero cuando llegó a la estación después de la jornada se puso a llorar.
Para mí, las cosas ya no son igual. A veces tengo pesadillas, ya no duermo tranquila o me despierto varias veces durante la noche.
Graciela no es la única a la que esta tragedia u otros acontecimientos duros han marcado su vida.
Su compañera Milvia López lleva tres años en la compañía se socorro y le tocó cubrir la tragedia de El Cambray, en octubre de 2015, y aún conserva en su mente las imágenes de los cuerpos que rescató.
Según las rescatistas, ellos también necesitan una ayuda psicológica que les ayude a desahogar la carga emocional.