El Congreso del Perú, controlado por el partido de Keiko Fujimori, estaba en el ojo del huracán este miércoles por negarse a despedir a su jefe de seguridad, quien amenazó a mujeres periodistas en las redes sociales.
PUBLICIDAD
Las amenazas e insultos llevaron a que media docena de bancadas solicitaran destituirlo, en medio de una creciente impopularidad del Congreso que ha alcanzado las calles, donde centenares de activistas han marchado tres veces para exigir el cierre del parlamento.
El partido de Keiko, Fuerza Popular (derecha populista), cerró filas en defensa del jefe de seguridad, el coronel retirado Walter Jibaja, quien es militante de esa agrupación política.
En mensajes en su cuenta de Twitter, Jibaja amenazó e insultó a media docena de mujeres periodistas por sus opiniones críticas sobre Keiko.
"Ojalá madre naturaleza haga su trabajo y extinga a este tipo de periodista", tuiteó Jibaja sobre Rosa María Palacios, quien escribe un popular blog y tiene 2,8 millones de seguidores en Twitter, un récord en Perú.
En términos parecidos se dirigió a periodistas de los diarios La República y El Comercio, y de las canales de televisión América y Andina.
PUBLICIDAD
El Consejo de la Prensa, que aglutina a los principales medios peruanos, exigió la remoción del funcionario, quien borró los mensajes de su cuenta y señaló que escribía en las redes sociales fuera de sus horas de trabajo.
El legislador fujimorista Héctor Becerril defendió la permanencia de Jibaja, indicando que "tiene las credenciales para ser el jefe se seguridad” del Congreso.
Con la mayoría parlamentaria que ganó en los comicios de 2016, Keiko convirtió al Congreso en un contrapoder que mantiene acorralado al gobierno, lo que condujo en marzo a la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski a la presidencia de Perú.
La semana pasada, la víctima fue el hermano y rival de Keiko, Kenji Fujimori, quien fue suspendido de su banca en el Congreso aunque no alcanzaron los votos para inhabilitarlo para ocupar cargos públicos, por lo que puede ser candidato presidencial en 2021, algo que su hermana también anhela.
Bajo el dominio del partido de Keiko, la popularidad del parlamento ha ido cayendo y ahora el 79% de los peruanos desaprueba su labor, frente al 14% que la respalda, según un sondeo de Ipsos publicado el domingo.
