“Él no merecía morir así”, comentaban vecinos, quienes llegaron al kilómetro 12.5 en La Joya del Pino, en San Pedro Ayampuc, en donde un sicario asesinó de tres tiros a Edgar Alexander Arévalo Aguirre, de 35 años, mientras manejaba un camión cisterna con agua potable.
Desde hace ocho años, Arévalo Aguirre inició un negocio de purificación de agua y con ello, adquirió vehículos y un camión cisterna. No solo vendía agua purificada en garrafones, sino también en bolsa. Asimismo, repartía agua potable a las colonias aledañas en donde el servicio es irregular.
“Siempre ayudaba a todos en la colonia, cuando las personas no tenían dinero él les daba fiado y les conseguía trabajo a los patojos para que no estuvieran en malos pasos”, señaló una vecina, mientras observaba cuando los fiscales del Ministerio Público bajaban el cuerpo que habían quedado adentro del camión cisterna.
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Emboscado
Para cambiar su rutina, Edgar Alexander decidió ir él mismo a llenar la pipa con agua potable, posterior a ello se dirigía de regreso a su casa para desayunar junto con su esposa y su hija de dos años; sin embargo, un sicario lo esperaba en una carretera de terracería.
Según algunos testigos, el responsable del ataque armado esperaba a su víctima sobre la carretera, en donde le disparó en tres ocasiones, disparos que fueron certeros y le quitaron la vida.
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Un vecino relató que después de haber cometido el crimen, el asesino limpió el arma con un pañuelo y la guardó en la parte trasera del pantalón y se fue caminando.
Familiares desconocen el motivo del ataque, debido a que el pago de la extorsión lo mantenía al día para evitar alguna represalia.
Fiscales del Ministerio Público se presentaron a la escena del crimen y embalaron tres casquillos de arma de fuego, además recolectaron evidencias para iniciar con las investigaciones respectivas.