La mayoría de las personas "que no son Ferrari" y tienen tatuajes, usan su piel para conmemorar fechas o personas importantes en su vida.
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Luego de tomar la decisión de marcar tu piel, el siguiente paso, no muy sencillo, es elegir un diseño.
Para una madre de 30 años, tanto la decisión como el diseño y el resultado casi la hizo perder el conocimiento.
La orgullosa madre decidió tatuarse el nombre de sus hijos; y tras el doloroso momento, se enfrentó con otro "tormento": ¡estaba mal escrito!
Johanna Giselhäll, contó su historia al medio sueco Blekinge Läns Tidning, y explicó como la hizo sentir el error del artista del tatuaje al que acudió y la particular fórmula que encontró para remediarlo.
La madre quería llevar en su piel los nombres de sus hijos, Nova y Kevin. Llegó hasta el estudio se sentó y esperó tener las líneas completamente trazadas en su brazo para mirar el resultado.
Ese fue quizás el problema, porque cuando revisó el trabajo notó que decía Nova y KELVIN.
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“Mi corazón se detuvo y pensé que me iba a desmayar”, dijo la mujer que le pidió al artista un reembolso de su dinero con el que pensó someterse a un tratamiento clínico para eliminarlo.
Pero como el proceso era tan complejo decidió algo más llamativo, cambiar el nombre del pequeño de Kevin a Kelvin, como quedó escrito en el tatuaje.
Por Nueva Mujer