El fenómeno natural atrajo la atención de los científicos, que han dicho que echa luz sobre un volcán dormido. La grieta también dejó al descubierto, rocas de hace 60 mil años.
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Los investigadores creen que la lluvia erosionó la roca caliza subterránea durante miles de años hasta que la parte de arriba no soportó y dio paso al nuevo cañón. La grieta apareció en una granja en la Isla Norte de Nueva Zelanda.
“Lo que vemos en el fondo del pozo es un depósito volcánico de 60 mil años que salió por este cráter. Esto lo han provocado las fuertes precipitaciones. No es un proceso nuevo y es algo que podemos esperar que vuelva a suceder en el futuro”, explicó uno de los científicos a cargo, a “Euronews”.
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“Esto es bastante espectacular, es mucho más grande de las que veo normalmente”, agregó el vulcanólogo Brad Scott. La grieta tiene unos 200 metros de largo y 20 de profundidad.
Pero algo que deja asombrados a los expertos, es que la granja en la que apareció la grieta aparentemente está sobre el cráter de un volcán dormido.
“Miro el fondo y veo el depósito original de ceniza que se formó al entrar en erupción el volcán, hace 60 mil años”, expresó a la televisión “TVNZ”.
La grieta tiene una longitud de dos campos de futbol y una profundidad de un edificio de seis pisos.