Las damas también se atreven a reparar sus motocicletas

El tráfico cada día es mayor en la ciudad así como en la periferia. Miles de motoristas son observados a diario cuando cruzan las vías principales. Es común observar a decenas de mujeres conducir los vehículos de dos ruedas hacia sus lugares de trabajo y estudio. Algo inusual es que muy pocas realizan el mantenimiento básico antes de girar la llave y arrancar durante las mañanas.

Publinews y El Popular conversaron con dos mujeres que son dueñas de motocicletas, recorren las calles y las avenidas y saben realizar algunas revisiones como el cambio de aceite y sus filtros, la limpieza del carburador, la exacta calibración de las válvulas y lo más importante, que los frenos funcionen de manera correcta.

Las mujeres se atreven a reparar sus motocicletas Las mujeres se atreven a reparar sus motocicletas

Dos mujeres que tienen algo en común

Claudia Amarilis Vargas López y Astrid Yesenia López Escalante tienen algo en común: Les apasionan las motocicletas. Se conocieron durante un curso en el Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (Intecap) en Villa Nueva, donde imparten los talleres especializados para mecánicos de automóviles y motocicletas.

“Siempre les recordamos las cosas básicas al conducir y acá se les enseña la forma correcta de hacer las revisiones periódicas en las motocicletas”, explica el mecánico Alex Martínez, uno de los profesores.
Kenneth Monzón

La astucia para aprender a conducir

Claudia explica que tiene 15 años de conducir una motocicleta. Aprendió en una tipo pasola. Como vive en la aldea Azacualpilla, en Palencia, su recorrido hasta la zona 9 donde trabaja es de más de 30 kilómetros diarios.

“Al principio sólo sabía usar las motocicletas automáticas. Pero como tuve tres y se fundieron, aprendí a manejar una de velocidades”, dice Claudia Vargas.
Kenneth Monzón

Una mañana les pidió las llaves a sus compañeros y les dijo que conduciría todas las motocicletas por el parqueo y después les iba a decir, a su criterio, cuál era la mejor. En realidad Claudia fue astuta porque las condujo para aprender a realizar los cambios.

Una madre soltera que se atreve

A comienzos de 2016 Astrid se cansó de viajar en autobús desde la colonia Primavera, en Villa Nueva, para ir al trabajo en una maquila. Llegó hasta una venta y firmó el crédito para adquirir una motocicleta tipo pasola. Aprendió a conducir con sus amigos y vecinos.

“Decidí aprender a revisar y reparar mi motocicleta porque noté que al llevarla a un taller le hacían cosas sencillas”, menciona Astrid López.
Kenneth Monzón

Ella es madre soltera de una niña, un niño y gemelos. “Me siento feliz, ahora aprendí a cambiarle los frenos y hacer las revisiones básicas”, menciona.