Un estudio de la ONU presentado este miércoles en El Vaticano reveló que Finlandia, país situado en el noreste de Europa, es “el país más feliz del mundo”.
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Según el Informe Mundial sobre la Felicidad, la nación escandinava es también el líder en felicidad de sus inmigrantes.
El estudio mide la felicidad en 156 países, según su Producto Interior Bruto (PIB) per cápita, el apoyo social, la esperanza de una vida sana, la libertad social, la generosidad y la ausencia de corrupción.
Finlandia es seguida por Noruega y Dinamarca como los tres países más felices, según el ranking de 2018, elaborado por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas.
A estos tres países le siguen Islandia, Suiza, Holanda, Canadá, Nueva Zelanda, Suecia y Australia, en ese orden.
México ocupa el puesto 24, por debajo de Francia con el 23; Chile el 25; Panamá el 27; Brasil el 28; Argentina el 29 y Guatemala el 30.
“Los gobiernos utilizan cada vez más indicadores de felicidad para la toma de decisiones y la formulación de políticas”, indicó Jeffrey D. Sachs, coeditor del informe.
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“El resultado más sorprendente es la relación que existe entre la felicidad de los inmigrantes y la de los nativos”, subrayó por su parte John Helliwell, profesor de la Universidad de British Columbia.
La metodología utilizada se basó en datos de unas mil personas que respondieron a un cuestionario en una escala de 1 a 10.
El país más triste
La investigación reveló, además, que “el país más triste” es Burundi.
China, por su parte, pasó del puesto 79 al 86, pese al significativo progreso económico alcanzado en los últimos años, un indicador de que su población no es feliz, según el estudio.
Para realizar el informe los expertos tuvieron en cuenta también el nivel de “compasión, libertad, generosidad, honestidad, salud, redes de seguridad y buen gobierno”.
Para Estados Unidos, el ranking también representó un retroceso de cuatro puestos, cayendo a la posición 18. Y esta caída podría estar relacionada con las duras políticas migratorias del presidente Donald Trump.
“Aunque los inmigrantes provienen de países muy diferentes, la calidad de vida de ellos y la de los residentes del país de acogida converge", explicó Helliwell.
*Con información de AFP
