Xi Jinping, de 64 años, se convierte en el presidente chino con mayor poder desde hace al menos un cuarto de siglo y podrá permanecer a las riendas del gigante asiático más allá del término previsto de 2023.
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Un total de 2 mil 958 de los casi 3 mil delegados de la Asamblea Nacional Popular (ANP) aprobaron sin sorpresas la medida como parte de un paquete de reformas constitucionales. Solo hubo dos votos en contra y tres abstenciones.
Hasta ahora, los mandatos presidenciales estaban limitados a dos periodos de cinco años. Para modificar esta regla se necesitaba una mayoría de dos tercios.
La enmienda introduce también en la Constitución "el Pensamiento Xi Jinping" y, en su artículo primero, "el rol dirigente" del Partido Comunista Chino (PCC).
Esta disposición puede dejar entrever un recrudecimiento de la represión contra los opositores al régimen, que podrían ser acusados de ataque a la Constitución simplemente por criticar el control del PCC.
Xi, heraldo del "gran renacimiento de la nación china", busca encarnar frente a Occidente la revancha de una superpotencia moderna y respetada para 2050.
Pero sin conceder a cambio libertades individuales. Una ley reprime severamente la disidencia en Internet y se han ordenado fuertes condenas contra defensores de los derechos humanos.
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\'Un nuevo tirano\'
El proyecto de ley, anunciado hace dos semanas, consternó a una parte de la opinión pública, pero los censores se encargaron de borrar las críticas que circularon durante un tiempo por las redes sociales.
El límite de dos mandatos fue impuesto en la Constitución de 1982 por el líder de aquel momento, Deng Xiaoping, para evitar una vuelta al régimen dictatorial de la era Mao Zedong (1949-1976).
"Cuarenta y dos años más tarde, en la era de Internet y de la globalización, surge en China un nuevo Gran Líder, un nuevo tirano al estilo de Mao", denunció el disidente Hu Jia. "Esta presunta asamblea popular no tiene nada que ver con la voluntad del pueblo", insistió.