El ‘secuestro’ de 60 mil tomas de agua (llaves de agua que abastece los hogares) a manos de grupos armados y organizaciones afines a partidos políticos que agravará la crisis de agua en al menos nueve delegaciones, aunado a las bajas precipitaciones que se proyectan y a la sobreexplotación de los mantos acuíferos.
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Para el director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), Ramón Aguirre, la problemática del agua es un tema serio y que cada vez se vuelve más complejo, por lo que urgió al Gobierno federal a destinar mayores recursos a la dependencia que dirige.
“Tenemos detectadas 60 mil tomas clandestinas en la capital del país, que equivale al 3% de los dos millones de usuarios registrados. Es difícil detectar este tipo de tomas debido a que nos damos cuenta una vez que recibimos las quejas”, externó Aguirre en entrevista con Publinews México.
Agregó que la falta de infraestructura, la reducción de presupuesto por parte del Gobierno federal y las decenas de fugas detonaron que este problema recrudecerá en los últimos años.
“Cada año se vuelve más complejo, pues se necesita de mayor inversión porque desafortunadamente con voluntad no se puede lograr mucho. Se necesitan mayores recursos y continuidad en los trabajos de mantenimiento”, sostuvo.
De acuerdo con un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), entre los principales efectos adversos por la carencia del agua, se prevé que el tandeo diario y semanal podría llegar a 55% de las colonias y sólo 28% recibiría un servicio constante.
Viene lo peor
En las últimas semanas, en tres demarcaciones –Álvaro Obregón, Benito Juárez, y Venustiano Carranza–, se registraron protestas y cierres viales de grupos vecinales debido a la falta del líquido.
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José Ramón Amieva, titular de la Secretaría de Gobierno de la ciudad, advirtió en entrevista que varias tomas de agua de la capital del país fueron tomadas por diversos grupos que las manipulan para generar una “preocupación social”.
“Hubo quejas en delegaciones como Iztapalapa e Iztacalco de personas que llegan y manipulan las válvulas de abastecimiento de la ciudad. Esos puestos lo están haciendo probablemente para generar una preocupación social”, reveló el funcionario local.
A este problema se suma la sobreexplotación del acuífero, cuya capacidad de producción disminuye, pues pese a que en la capital llueve la mitad del año ─mil 100 millones de metros cúbicos, la mitad no se capta ni se reinfiltra a los mantos freáticos.
