Un jurado del Tribunal de la de Woolwich Crown, en Londres, deliberó durante una hora antes de encontrar a Darren Osborne, de 48 años, culpable del atentado perpetrado en el barrio de Finsbury Park, en junio del año pasado.
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Makram Ali, de 51 años de edad, murió en el ataque, mientras que otras nueve personas resultaron heridas. La tragedia ocurrió cuando Osborne condujo la camioneta alquilada contra los fieles que estaban reuniéndose antes de poner fin a su ayuno por el Ramadán.
Los fiscales dijeron que Osborne estaba motivado por el odio a los musulmanes, a quienes consideraba extremistas o pederastas en pandilla. El acusado se había declarado inocente.
Varios hombres que presenciaron el ataque retuvieron a Osborne en el suelo hasta que llegó la policía. Se le oyó decir “Quiero matar a más musulmanes”, le dijo el fiscal Jonathan Rees al jurado durante el juicio de 10 días.
Los fiscales dijeron que Osborne se radicalizó en un tiempo muy corto, en parte debido a propaganda online de extrema derecha. En su computadora encontraron información sobre dos destacadas figuras de ese movimiento: el fundador de la Liga de Defensa Inglesa, Tommy Robinson, y el líder de la organización Britain First, Paul Golding.
Sarah Andrews, la pareja de Osborne, les dijo a los fiscales que él había sido sujeto a un “lavado de cerebro” y que era una “bomba de tiempo andando”.