La canadiense Cheyenne Rose Antoine, de 21 años, fue sentenciada a siete años de prisión por el asesinato de Brittney Gargol, de 18, cuyo cadáver fue hallado cerca de una carretera de Saskatchewan (Canadá) en 2015.
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En su primer testimonio, Antoine, hasta entonces mejor amiga de Gargol, había afirmado que ambas habían asistido primero a una fiesta y después a varios bares, antes de que se separaran y la víctima partiera con un desconocido. La sospechosa aseguró que después se dirigió a la casa de su tío.
La Policía nunca pudo verificar esa versión.
Tras una investigación que se extendió durante casi dos años, y que resultó en el análisis de los perfiles de Facebook de ambas jóvenes, las autoridades descubrieron una pista que delató a Antoine.
Los investigadores lograron reconstruir la ruta que la sospechosa y la víctima habían seguido la noche del crimen, pero algo puntual llamó su atención: en una de las fotografías en las que aparecían juntas, Antoine llevaba puesto el cinturón que fue encontrado junto al cadáver de Gargol.
La nueva evidencia llevó a la joven a confesar el delito.
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Durante el juicio, reveló que ella y su amiga se habían emborrachado y drogado esa noche, situación que derivó en una acalorada discusión. En medio del alegato, Antoine estranguló a Gargol con el cinturón.
En su testimonio, la mujer afirmó que no recordaba nada de lo que había ocurrido y se mostró arrepentida de sus actos.
"Nunca me voy a perdonar por lo que hice. Nada de lo que diga o haga la traerá de vuelta. Lo siento mucho. Esto nunca debió haber pasado", dijo Antoine en un comunicado que fue entregado por su abogado y citado por medios internacionales.