Frente al Congreso, el presidente Jimmy Morales aseguró que, en el segundo de sus cuatro años de mandato, Guatemala avanzó con acciones "transversales de transparencia de toda la historia de la administración pública" del país que lo llevaron a salir de una lista de naciones "no cooperantes para el intercambio de información fiscal".
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Morales, un excomediante de televisión de 48 años, agregó que su gobierno ha sido de "tolerancia cero" a la corrupción, aunque en setiembre pasado sumió al país en una crisis al intentar expulsar al jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), de la ONU, que junto con la fiscalía pidieron investigarlo por una supuesta trama de finanzas ilegales durante la campaña.
Sin aclarar esas sospechas, el gobernante optó por declarar no grato y ordenar la salida del titular de la CICIG, el colombiano Iván Veláquez, una de las principales figuras en la lucha contra la corrupción iniciada en 2015 con la renuncia del entonces presidente Otto Pérez Molina, señalado de una estafa multimillonaria en las aduanas.
Morales ha mantenido su inmunidad en dos votaciones en el Congreso, pero el proceso sigue vigente porque no se ha llegado a los votos suficientes para clausurar el trámite en su totalidad.
"Hoy todos los guatemaltecos tienen acceso a la información pública sin excepción ni exclusión", afirmó el mandatario, quien ha sido, no obstante, acusado por el gremio de prensa y la Procuraduría de los Derechos Humanos de limitar el acceso a los datos públicos y el ejercicio periodístico.
Mientras el presidente rendía su informe sin la presencia de la mayoría de diputados opositores, decenas de manifestantes se apostaron en los alrededores del Congreso ante la vigilancia de nutridos cordones policiales para exigir su renuncia.
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Pese a las afirmaciones de Morales, los participantes en la protesta señalaron que el gobernante derechista solo ha perpetuado la corrupción.
"Jimmy Morales es una estafa a la dignidad de un pueblo que necesita paz", dijo a la AFP la activista Brenda Hernández, acompañada por un grupo de manifestantes que hacía sonar tambores y lanzaba consignas contra el gobernante.
Para evitar que los manifestantes superaran las barreras, uniformados lanzaron gas pimienta afectando a ocho personas que fueron atendidas por socorristas de la Cruz Roja Guatemalteca, informaron medios locales.
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La protesta también recriminó al mandatario la muerte de 41 niñas en un incendio en un refugio estatal en marzo pasado y la revelación en septiembre de que recibió un bono de 60 mil dólares del Ejército, adicional a su salario como presidente, un monto que devolvió a las arcas castrenses ante las críticas y denuncias penales.
