La canciller Sandra Jovel se refirió este martes a la decisión anunciada por el presidente Jimmy Morales de retornar a Jerusalén la embajada de Guatemala en Israel.
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La funcionaria aseguró que Guatemala tomó una decisión coherente con relación a su política exterior, y que no se recibió “ninguna presión por parte de Estados Unidos”.
“Fue una decisión soberana de Guatemala, la historia con Israel se remonta a hace 70 años, cuando nuestro país dio el apoyo a Israel para su creación como un Estado, y esto viene nada más a hacer ver las buenas relaciones que tenemos con Israel”, expuso.
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Traslado de embajada
De acuerdo con Jovel, lo que correspondería sería retornar la embajada de Guatemala a Jerusalén, en donde ya se tuvo hace 20 años. Según dijo, en 1978 fue trasladada a Tel Aviv, en donde se encuentra actualmente.
Aseguró que este tema corresponde a la política exterior y es decisión soberana del Estado de Guatemala, misma que creería no debería generar ningún problema con otros países.
“La política exterior de Guatemala se ha tornado proactiva, más agresiva y mucho más definida. Creo que prueba de ello es el tema de Israel. Nosotros estamos retomando una política exterior coherente con relación a nuestros amigos y aliados”, manifestó la funcionaria.
Asimismo, la ministra de Relaciones Exteriores no dio detalles en cuanto a los costos que representarían para el país movilizar su embajada. Y solo adelantó que no será algo inmediato, sino que hay procesos administrativos y logísticos que se deben seguir.
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Productores de cardamomo podrían verse afectados
Por aparte, se le cuestionó sobre si esta decisión podría afectar a los productores nacionales de cardamomo, tomando en cuenta que los países árabes son los principales clientes de Guatemala para la compra de este grano.
En ese sentido, Jovel dijo: “yo no lo vería desde el punto de vista tan dramático”. Indicó que son al menos 350 mil familias productoras, las cuales trabajan por medio de terceras personas para la exportación.
“Es de hacer ver que el cardamomo representa un 0.37% del Producto Interno Bruto (PIB) y las remesas representan el 10% del PIB, entonces hay que hacer una balanza sobre ambos temas y no nos deberíamos de asustar tampoco con relación a ello”, expuso.
