Los dos candidatos a la presidencia de Chile realizan sus respectivos cierres de campaña este jueves. El sucesor de Michelle Bachelet saldrá entre Sebastián Piñera, un ingeniero comercial de 68 años que ya gobernó Chile entre 2010 y 2014, y el periodista y sociólogo Alejandro Guillier, el abanderado del oficialismo de 64 años.
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Pese a que las encuestas dieron al exmandatario como gran favorito en la primera vuelta, expertos avizoran un final estrecho para este domingo. Piñera obtuvo 36 % de las preferencias en el primer ejercicio, Guillier 22 % y Beatriz Sánchez (la candidata del izquierdista Frente Amplio) alcanzó un inesperado tercer lugar, con 20 % de los votos.
El Frente Amplio surgió en enero con la unión de 14 pequeños partidos y movimientos que nacieron para oponerse a la Nueva Mayoría, la coalición de centroizquierda que llevó al poder a Bachelet y que se fracturó debido a roces internos, lo que llevó al centristra Partido Demócrata Cristiano (PDC) a buscar su propia aventura electoral en noviembre, sacando menos del 6 % de los votos.
Piñera recibió un apoyo importante tras la primera votación, al sumar a sus huestes a un candidato de ultraderecha que obtuvo un 7.9 % de los sufragios, al tiempo en que también añadió a su causa a un senador centroderechista que obtuvo 370 mil sufragios.
Guillier, al igual que Piñera, ha tratado de conquistar a muchos decepcionados militantes y adherentes del PDC, aunque lo hace con cautela para no espantar a los seguidores del FA, cuyas demandas son mucho más radicales que las formuladas por el candidato oficialista.
Tras el cierre de la campaña electoral se inicia un período de silencio propagandístico hasta el domingo, en que no se podrán realizar encuestas a boca de urna.
A las puertas de un balotaje, ambos candidatos tuvieron un ríspido enfrentamiento en el que, con duros reproches, pusieron en duda la capacidad de su contendor.
En Chile, donde la votación es voluntaria, más de 14 millones de personas están habilitadas para elegir al próximo mandatario.
