“Hay que preguntarle a las autoridades por qué no se atrevieron a dar un veredicto el domingo”. Con esas palabras inició su intervención el opositor Salvador Nasralla, quien en entrevista con los periodistas Luis Felipe Valenzuela y Flor de María Reyes denunció un supuesto fraude en las elecciones presidenciales celebradas el domingo en Honduras.
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“No son buenas 'fichas' las que están manejando el proceso electoral. Aunque parezca mentira, Honduras está secuestrada por un gobernante que no está dispuesto a irse del poder, porque tiene demasiadas cuentas pendientes, no solo con la justicia hondureña, sino también con la justicia internacional”, denunció Nasralla, quien se había autoproclamado presidente electo de su país, pero que en las últimas horas ha visto cómo su ventaja sobre Hernández se desvanece poco a poco.
La falta de claridad de las autoridades hondureñas para publicar los resultados de los comicios ha levantado sospechas sobre posibles irregularidades en el conteo de votos, en las que estaría involucrado el mandatario Juan Orlando Hernández.
“Nosotros tenemos una diferencia de 200 mil votos, ya con todas las actas escrutadas. Lo que pasa es que ayer ellos reanudaron, después de una sospechosa interrupción de 24 horas, la información”, dijo Nasralla en el programa de radio. “La diferencia de 5 puntos porcentuales se tiene que recuperar hoy. De acuerdo a nuestros datos, vamos a ganar por 200 mil votos”, añadió.
“Juan Orlando Hernández compró votos; él puso a votar a muertos; él puso a votar a gente que vive en los Estados Unidos; él puso a votar dos veces; él puso votos que no existían con un sello marcando en la casilla de él, y hay pruebas documentadas en las redes sociales. Además, rompió actas en las que nosotros ganamos”.
Nasralla también denunció la supuesta complicidad de David Matamoros, magistrado presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), a quien calificó de su “enemigo político”.
“Matamoros sabe que yo soy su enemigo político. Él tiene la presión de la comunidad internacional, que le exige dar un resultado imparcial, pero también tiene la presión de su jefe (Hernández), que es el presidente de la República, y entre ellos dos se tapan la corrupción de la que han sido protagonistas durante muchos años”.
Nasralla también afirmó que el mandatario hondureño es, hoy por hoy, una persona “súper odiada localmente”, incluso dentro de su propio partido.“Él, a título personal, está siendo repudiado por las mismas personas de su partido (…) está tomando medidas en contar del bienestar y la calidad de vida de las personas”, dijo.
Sobre si los resultados llegaran a cambiar en las próximas horas y se viera obligado a aceptar la derrota, Nasralla dijo que no tendría problemas en hacerlo, pero que el afectado sería el pueblo.
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“Yo no tengo problemas con la justicia. Yo no estoy señalado como narcotraficante, ni tengo familiares señalados señalados como narcotraficante. Quien no está preparado para aceptar un robo es el pueblo hondureño. En Tegucigalpa están reunidas ya muchas personas, esperando la orden para ir a la reclamación, porque nos están haciendo trampa”.
El candidato opositor también descartó que Hernández vaya a ganar el denominado “voto rural”.
“Es totalmente falso. Ellos creen que por los regalos que le hicieron a la gente, por las láminas de techo, por el cemento, por la \'bolsa solidaria\' y por el dinero que pagaron para que la gente fuera a votar, creen que la gente votó por ellos, pero no (…) Yo creo que él está engañado con eso”.
Por último, Nasralla también acusó al gobierno de “manipular los sistemas” para perpetrar el fraude. “Han estado metiendo solamente actas en las que él (Hernández) gana. Ya tenemos el nombre de la persona que está haciendo eso: es el magistrado Saúl Escobar. Es un empleado de otro señor que se llama Arturo Corrales, que hace una encuesta a boca de urna y que ha manipulado los sistemas y que prácticamente ha puesto a los presidentes, aunque no fueran los ganadores, en los últimos cuatro periodos electorales”, sentenció el candidato opositor.
