El popular presentador de televisión Salvador Nasralla encabezaba sorpresivamente los comicios del domingo en Honduras, de los que también se proclamó ganador el presidente y aspirante a la reelección Juan Orlando Hernández, mientras el país aguarda tenso el anuncio de los resultados definitivos.
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Los primeros resultados del Tribunal Supremo Electoral (TSE) anunciados en la madrugada, con 57% de las mesas escrutadas, daban a Nasralla una ventaja de cinco puntos sobre Hernández, quien centró su campaña de reelección en su política de mano dura contra el crimen.
Millares de simpatizantes de Nasralla se concentraron la tarde del lunes frente a la sede del TSE en Tegucigalpa para celebrar lo que consideran una victoria de su candidato, portando banderas rojas y coreando consignas de "fuera JOH", por las iniciales de Hernández.
En tanto, Reinaldo Sánchez, presidente del oficialista Partido Nacional (PN, derecha), convocó a su militancia a "defender la victoria" de Hernández, citando encuestas de boca de urna como prueba de su triunfo.
Los comicios del domingo transcurrieron en calma, pero tomó ribetes dramáticos cuando el TSE esperó hasta las dos de la madrugada del lunes para dar el primer y único corte de votos hasta el momento, despertando sospechas de alguna irregularidad.
Nasralla, de la izquierdista Alianza de Oposición Contra la Dictadura, tenía 45,17% de los votos contra 40,21% para Hernández, mientras que el académico Luis Zelaya, del derechista Partido Liberal, cosechaba 13,77%.
Aunque la ventaja era estrecha, el magistrado suplente del TSE Marco Ramiro Lobo, dijo a la radio HCH que al avanzar el conteo de votos se mantenía la ventaja del candidato opositor.
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"Hemos dado la tendencia que reflejan las urnas, seguimos contando y se sigue manteniendo la misma tendencia", expresó Lobo.
Zelaya reconoció en conferencia de prensa a Nasralla como vencedor y llamó a Hernández a aceptar su derrota.
"Hoy aquí digo, felicitaciones a Salvador Nasralla como próximo presidente de Honduras", expresó Zelaya.
En las calles de Tegucigalpa, la gente leía las noticias sobre la elección y las discutía en los cafés, plazas, mercados y autobuses.
"Yo soy nacionalista (de Hernández), pero para todos da y si don Salvador Nasralla ganó, pues bienvenido. Con tal que se porte bien con nosotros como gobierno, entonces nosotros lo aceptamos", comentó Juan Ramón López, un distribuidor de periódicos de 65 años.
Cuestionamientos
Hernández postuló a un segundo mandato gracias a un fallo de una corte constitucional, pese a que la Constitución prohíbe la reelección, lo que generó cuestionamientos al proceso electoral.
Para el sociólogo Eugenio Sosa, de la Universidad Nacional, la aparente victoria de Nasralla, de 64 años, se explica porque los votantes lo vieron como una figura nueva, ajena a la política tradicional, y por su cercanía con el expresidente Manuel Zelaya, derrocado en el golpe de 2009 y figura de gran arrastre popular.
Pero también pesó un rechazo a los excesos que se atribuyen al actual mandatario.
"Hernández tiene experiencia, demostró que algunas cosas las había vendido bien, como la seguridad, pero la ciudadanía le tiene temor a su predisposición a violar la ley y la Constitución. Eso (el voto) se vio como un castigo a su manoseo de las cortes y las leyes", comentó Sosa.
El analista Víctor Meza, del privado Centro de Documentación de Honduras, coincidió con Sosa al señalar que los votantes le cobraron a Hernández su tendencia autoritaria de cooptar las instituciones del Estado, y la corrupción de su gobierno.
Recordó que con Hernández el país vivió uno de los mayores escándalos de corrupción, con el saqueo de 300 millones de dólares del Seguro Social.
Paciencia
Tras el conocerse los primeros resultados, centenares de seguidores de Nasralla llegaron en la madrugada del lunes a un hotel céntrico de Tegucigalpa donde el TSE instaló su sede, para exigir los resultados.
Confiados en la victoria de su candidato, los manifestantes coreaban "sí se pudo" y "fuera JOH", por las iniciales del presidente Hernández.
El expresidente boliviano Jorge Quiroga, jefe de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), insistió en que la población espere en calma a que el TSE presente nuevos resultados.
Unos 16.000 observadores participan en las elecciones, de los cuales 600 son de misiones extranjeras, incluidas la OEA y Unión Europea.
Unos seis millones de hondureños también votaron a tres vicepresidentes, 128 diputados, autoridades de 298 municipios y 20 representantes al Parlamento Centroamericano.
Una de las naciones más pobres de América Latina, Honduras carga con el lastre de la violencia: es uno de los países sin guerra más violentos del mundo, con una tasa de homicidios que en 2016 se situó, según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional, en 60 por 100.000 habitantes.