El papa Francisco recibió este miércoles, en El Vaticano, un exclusivo automóvil de la marca Lamborghini, de color blanco.
Sonriente, el pontífice bendijo y firmó con su nombre el capó del lujoso vehículo, aunque él no será quien conserve el costoso regalo.
De acuerdo con la Santa Sede, el Lamborghini, una edición única del modelo “Huracán” valorada en unos 200 mil euros, será subastado para apoyar cuatro proyectos humanitarios.
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Francisco dispuso que, con el dinero recaudado de la subasta, se financie un proyecto de reconstrucción de viviendas, lugares de culto e infraestructuras públicas en la llanura de Nínive, en Irak, para ayudar a los cristianos que han tenido que huir por la guerra.
El vehículo subvencionará también a una asociación italiana que ayuda a las víctimas de las redes de la prostitución, así como a dos asociaciones italianas activas en África, entre ellas un grupo internacional de cirujanos.
El Vaticano informó que el automóvil será subastado por la casa Sotheby's.
El Papa, quien suele recibir obsequios curiosos, ya había subastado en el pasado una moto Harley Davidson que le regalaron, también con fines caritativos.
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