Stephanie, de nueve años y cuatro meses, vio en sus papás un ejemplo lleno de emoción y aventura que desde muy pequeña quiso imitar.
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Este domingo, Stephanie terminó su reto de las cumbres oficiales, con el ascenso al volcán Santo Tomás, en Quetzaltenango y Sololá.
Según explica el padre de la menor, desde muy pequeña mostró interés por conocer los detalles de los viajes de sus papás a los volcanes.
Pedía detalles del viaje y se emocionaba al escuchar cada historia y aventura.
A sus 7 años, ya se sentía muy confiada y emocionada al vivir esa experiencia, recuerdan sus padres durante el ascenso a la cresta del garrobo del volcán Suchitan.
“Su primera experiencia arriba de los 3 mil metros no fue tan agradable como ella esperaba, nuestra aventura al volcán Siete Orejas es una de las que recuerda con cierto miedo y aunque el día de hoy a completado retos más complicados recuerda especialmente ese volcán como uno de los más difíciles”, explica el orgulloso padre, Carlos Aragón.
Otro de los ascensos que fueron difíciles para Stephanie fue el del volcán de Tajumulco. “No pudo llegar a la cumbre, definitivamente le afectó la altura”, señalan. Sin embargo, varios meses después lo intentó de nuevo y logró el sueño de ver los maravillosos paisajes desde el volcán más alto de Centro América.
“Como padres somos muy felices de observar que nuestra hija le gusta la naturaleza y que está forjando su carácter aprendiendo a luchar con el cansancio físico y las adversidades del clima para conseguir lo que le gusta”.
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Cumbres oficiales
Ahora, con 36 cumbres oficiales más el volcán Lacandón (antigua cumbre oficial) solo quedará pendiente el volcán Santiaguito, el cual está prohibido por la Conred, debido a su inestabilidad y alta actividad explosiva.
Según explica Aragón, el gusto por los volcanes fue inculcado por su padre, desde muy pequeño y en 2014 se impusieron el reto junto con su esposa de escalar las 37 cumbres. En 11 meses habían conquista las cimas.