El papa Francisco, que suele lamentar las persecuciones actuales de cristianos en el mundo, le dio el domingo a la Iglesia católica 35 santos nuevos, casi todos mártires de Brasil y México.
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El pontífice proclamó a los santos más recientes durante una misa celebrada en la Plaza de San Pedro a la que asistieron unos 35.000 fieles, muchos de ellos peregrinos provenientes de los mismos países de origen de los proclamados.
Treinta mártires, incluidos sacerdotes y laicos, sufrieron persecuciones en 1645 a manos de calvinistas holandeses en Brasil. Por otro lado, en México tres niños indígenas de 12 y 13 años fueron martirizados en el siglo XVI por convertirse a la fe católica y negarse a rechazarla.
Los otros dos santos nuevos son un sacerdote español del siglo XX y un sacerdote italiano que falleció en 1739.
Desde que asumió el papado en 2013, Francisco ha honrado a los cristianos que sufren o incluso mueren a consecuencia de su fe en la época actual, en especial en Medio Oriente.
Al final de la ceremonia de canonización, el papa dijo que los nuevos santos eran “testigos resplandecientes del Evangelio”. En décadas recientes, la Iglesia ha manifestado que los nuevos santos pueden servir de ejemplo a los católicos de hoy.