Decenas de vendedores que trabajan en los alrededores del Hospital General San Juan de Dios, llevaron una manifestación pacífica en donde le piden al alcalde Álvaro Arzú que los deje vender en el sector.
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Debido al ataque armado que se registró el pasado 16 de agosto en el Hospital Roosevelt en donde siete personas perdieron la vida, los nosocomio tomaron medidas de seguridad. Entre ellas, el Hospital General dispuso un cordón de seguridad y se retiraron a todos los vendedores ambulantes.
Vendedores aseguran que no han vendido nada desde el 16 de agosto.
"Gracias Alcalde"
En tono sarcástico, vendedores portaban carteles en donde le "agradecían" al alcalde por dejarlos vender en los alrededores del nosocomio.
"Llevamos casi dos meses sin poder trabajar, nos hemos ido a otras calles, pero ahí no llega la gente y eso nos afecta bastante", dijo una vendedora.
Según los comerciantes, se han tenido reuniones con la Municipalidad y únicamente les indican que "la otra semana" podrán vender, pero esto no se ha concretado.
“La muni nos ha violado nuestro derecho de comer, día a día ganamos el sustento de nuestra familia. Prometieron reubicarnos, pero no han hecho nada”, expresó Silvia Flores, representante de los vendedores.
En este sentido, algunos vendedores colocaron sus puestos y empezaron a vender agradeciendo al alcalde, sin embargo, están conscientes que los van a retirar. "Tenemos que trabajar para poder comer".
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Reordenamiento de las calles
Carlos Sandoval, portavoz de la comuna capitalina, detalló que se trata de un proceso de reordenamiento que fue solicitado inicialmente por autoridades de ese hospital.
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Añadió que el retiro de los comerciantes se dio luego del tiroteo en el Roosevelt porque se debía instalar un hospital móvil y un dispensario municipal en el área.
“Viendo la mejora, se vio la necesidad de mantener el espacio limpio y sin contaminación, a solicitud de las autoridades del hospital”, indicó.