“Nosotros somos los buenos”, declaró ante la prensa Jim Mattis, jefe del Pentágono, en su primera visita al país desde que Estados Unidos anunció el envío de refuerzos para luchar contra los talibanes, que lo recibieron este martes con lanzamientos de cohetes.
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Al menos seis proyectiles alcanzaron la parte militar del aeropuerto de Kabul y un barrio residencial contiguo, indicó el ministerio del Interior afgano. Una persona murió y cuatro resultaron heridas cuando un cohete golpeó su casa.
Los talibanes, que reivindicaron la operación, dijeron que los cohetes iban dirigidos contra el avión de Mattis.
“Tres asaltantes fueron detenidos”, según el portavoz del ministerio, Najib Danish.
Foto: AFP
En el marco de la “nueva estrategia” anunciada por el presidente Donald Trump, 3 mil soldados se unirán a los 11 mil que Estados Unidos tiene actualmente en Afganistán, escenario desde 2001 de la guerra más larga de la historia del país norteamericano.
Esos refuerzos, algunos de los cuales ya están en camino, “darán una seria ventaja ante todo lo que los talibanes puedan intentar contra vuestras fuerzas” afganas, aseguró Mattis ante el presidente Ashraf Ghani.
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Para el jefe del Pentágono, apodado “Mad Dog” (“Perro Loco”) por sus hazañas militares pasadas, el lanzamiento de cohetes “contra cualquier aeropuerto internacional es un crimen contra inocentes, es como una declaración de intenciones de los talibanes sobre lo que son”.
Necesidad
Mattis aseguró que no permitirá que “los talibanes, el grupo Estado Islámico y la red Haqqani (un poderoso grupo insurrecto instalado en la frontera con Pakistán)” se afiancen en el país.
“Cuanto más estable esté Afganistán, más seguros estaremos”, afirmó por su parte Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, que recordó que “15 países miembros de la OTAN ya dio su acuerdo para enviar tropas adicionales”.
Foto: AFP
Estados Unidos pidió a la OTAN que aumente los efectivos de la operación Apoyo Decidido, que cuenta actualmente con 5 mil soldados.
“Ahora que el general Mattis ha decidido enviar a más hombres, espero que los demás miembros de la OTAN hagan lo mismo”, dijo Ghani.
A mediados de septiembre, los jefes de Estado Mayor de los 29 miembros de la OTAN “reconocieron la necesidad de responder” a esa petición, dándose de plazo hasta octubre para anunciar su decisión.
Mattis, que hace su segunda visita a Kabul tras una breve escala el 24 de abril, llegó el miércoles por la mañana procedente de India.
Jim Mattis, jefe del Pentágono. Foto: AFP
Tras haber dudado mucho tiempo, el presidente Donald Trump desveló a finales de agosto su “nueva estrategia” para apoyar al régimen de Kabul antes los insurgentes islamistas, al considerar que una retirada de sus tropas crearía un “vacío” que beneficiaría a los “terroristas”.
Las fuerzas afganas han cedido casi un tercio del territorio a los talibanes y han concentrado sus soldados en torno a las grandes ciudades para evitar que caigan en manos de los rebeldes islamistas.
Según un informe estadounidense, el ejército afgano sufrió 7 mil bajas mortales y 12 mil heridos en 2016, una cifra considerada como “insostenible” por Washington.
La operación Apoyo Decidido se encarga, sobre todo, de formar y asesorar a las tropas locales, mientras, en paralelo, Estados Unidos bombardea posiciones de los talibanes.
El ejército estadounidense reconoció recientemente que tiene 11 mil hombres en Afganistán, y no 8 mil 400 como había anunciado oficialmente.