Este miércoles, en el programa A Primera Hora, de Emisoras Unidas, se conversó acerca de qué ocurre en el Congreso y si hace falta o no una depuración. También se abordó el tema de la captura del diputado Christian Boussinot, vinculado con un caso de plazas “fantasma”.
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Como invitados en cabina participaron los exdiputados Aníbal García y Álvaro González Ricci. Mientras que por vía telefónica se conversó con la expresidenta del Congreso, Arabella Castro; y el parlamentario que asumió hace ocho días, Enrique Álvarez.
González indicó que hay varios parlamentarios que están capturados, fugados o con proceso de antejuicio. Y señaló que se debe respetar el derecho a la presunción de inocencia y el debido proceso, para que quienes resulten culpables sean condenados y quienes no lo sean, también se compruebe su inocencia.
¿Problema sistémico?
González y García coincidieron en que lo que existe en el Organismo Legislativo es un problema sistémico. Asimismo, detallaron que es necesario realizar una reforma “profunda seria y responsable” de la Ley Electoral y de Partidos Políticos.
“Sin cambio de reglas electorales es imposible tener un Congreso diferente”, aseguró García.
Sin embargo, González consideró que esa reforma no se puede hacer de un día a otro y que tomará tiempo, por lo cual dijo que mientras se concreta, la verdadera depuración la debe hacer el ciudadano con su voto y manteniendo una fiscalización constante.
Por su parte, Castro aceptó que debe haber cambios en las “reglas del juego”, pero opinó al contrario que los otros dos exlegisladores y dijo que no se debe meter a todos los diputados “en una misma canasta”.
Señaló que el Congreso no siempre tuvo “esas inmundicias que hay hoy”. A su criterio, esa situación inició aproximadamente en el año 2002, cuando se empezó a permitir que el presidente del Legislativo se reeligiera.
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“De 1994 al 2001 el Congreso se mantuvo con honestidad, no hubo nada de plazas fantasma, las presidencias que funcionaron en esas fechas fueron decentes y Guatemala debe tener la esperanza de tener diputados y legislaturas decentes”, expresó Castro.
González y García señalaron que sí hay diputados “buenos” en el Parlamento, que sí legislan y buscan hacer cambios positivos para el país, pero que son minoría.
Un antes y un después
A criterio de González, actualmente la depuración se está dando, y no solo en el Congreso, sino en todos los poderes del Estado.
A su criterio, hay un antes y un después de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
García indicó que a pesar de la movilización ciudadana y captura de señalados de corrupción que se inició en 2015, el problema continúa porque el poder político y el monopolio de ese poder continúa en manos de quienes manejan ese sistema negativo.
“Los diputados no entienden el mensaje de la gente porque tergiversaron el mandato constitucional. Ellos entienden que el día de las elecciones lo que se les da es un cheque en blanco”, aseguró García.
Por aparte, se dialogó acerca de si es dañino o no que se permita la reelección. González opinó que “si tuviéramos buenas personas no habría problema en que se reeligieran”.
Añadió que el reto en Guatemala es cómo hacer que buenas personas participen en partidos políticos para llegar a puestos de elección popular.
En ese contexto, Arabella Castro manifestó que “no solo se debe cambiar las reglas del juego para perseguir a los partidos políticos, sino cómo se elige a las personas al interior de los partidos políticos”.
Mientras que el exdiputado García consideró que “gente buena no va a participar en política con estas reglas, porque solo los valientes que queremos ver si cambian las cosas nos atrevemos a meternos”. Asimismo, dijo que sí es dañina la reelección.
“Es una perversión del sistema y creo que la Constitución podría permitir esa limitación de la reelección, fundamentalmente porque los que se han reelecto en sus distritos es porque ya se saben las mañas”, aseguró.
Visión desde lo interno del Congreso
Aníbal García recordó que cuando fue diputado el episodio negativo que más le impresionó fue que se aprobaran acciones que no favorecían al país.
“Me conmocionó cómo los diputados no entendieron que el contrato de Perenco era lesivo para el Estado de Guatemala. Teníamos a la vista documentos e informes que decían que era lesivo para el país”, aseguró.
También mencionó la aprobación del crédito para la carretera en la Franja Transversal del Norte. Señaló que fue testigo de un “acto de corrupción masivo” y que presentó una denuncia en la CICIG por ese tema pero que esa no avanzó.
En tanto, González resaltó: “Toda la legislación de la cual yo participé, que fue la anterior, me sigue teniendo impresionado, no solo dentro el Congreso, sino por la colusión entre los poderes del Estado”.
Añadió que dos partidos, específicamente Libertad Democrática Renovada (Lider) y Partido Patriota (PP), representaban casi las dos terceras partes del Congreso y tomaban todas las decisiones.
De igual forma, se consultó a Enrique Álvarez, diputado de la actual legislatura, quien asumió en el cargo hace ocho días tras el fallecimiento del parlamentario Álvaro Velásquez.
Detalló que ha observado que aproximadamente un 15% de los diputados no asisten a las sesiones.
Y consideró que ya se sabe que el Legislativo tiene una “falta de legitimidad muy grande”. Además, mencionó que es clara la necesidad de transformar el Estado, pues en su conjunto tiene gravísimos problemas de representatividad y legitimidad.