Ohio ejecuta a un condenado por primera vez en tres años

Autoridades de Ohio confirmaron que Ronald Phillips, de 43 años, fue declarado muerto a las 10:43 (hora local), poniendo fin a la postergación de las ejecuciones que impuso la búsqueda de una nueva combinación de fármacos para llevarlas a cabo.

Desde hace varios años, los estados de Estados Unidos tienen dificultades para encontrar proveedores de estos cócteles letales, porque muchas farmacéuticas han limitado el uso de sus productos en un país donde el apoyo a la pena de muerte ha ido disminuyendo.

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En varios estados, incluso, se han abierto procesos judiciales sobre la legalidad de las ejecuciones con nuevas combinaciones de fármacos.

Una corte federal de apelaciones aprobó el mes pasado el nuevo procedimiento en Ohio, permitiéndole al estado volver a programar sus ejecuciones.

Phillips tenía 19 años en 1993, cuando fue condenado por la violación y el asesinato de la hija de su novia, Sheila Marie Evans, de 3 años. El hombre reconoció sus crímenes.

Sus afirmaciones de que había sido víctima de abuso físico y sexual por parte de su padre no fueron consideradas circunstancias atenuantes en su juicio y sus solicitudes de clemencia fueron rechazadas en dos oportunidades.

Ronald Phillips. Foto: AFP

La inyección letal que le fue administrada contenía tres sustancias, entre ellas midazolam, un ansiolítico con efecto anestésico cuyo uso en este cóctel ha generado polémica por no producir un efecto de inconsciencia suficiente en el condenado y, por tanto, someterlo a sufrimiento.

Están en marcha varios juicios al respecto en el país, en particular a nombre de Ronald Phillips y de otros dos condenados de Ohio. Sin embargo, una corte de apelaciones se puso del lado del estado, señalando que "la Constitución no garantiza 'una ejecución sin dolor'".

Una radio y una grabadora en una sala de ejecuciones en Estados Unidos. Foto: AFP

Según datos del Centro de Información sobre la pena de muerte, 15 personas han sido ejecutadas en Estados Unidos en lo que va del año, 9 de ellas con un cóctel letal que contiene midazolam.

La pena de muerte es legal en casi todos los Estados Unidos, pero solo el 49 % de los estadounidenses está de acuerdo con su aplicación en caso de asesinato.