La viabilidad financiera para el Estado de Guatemala con relación a negociar, y eventualmente aprobar, un aumento salarial al magisterio fue el tema analizado hoy en el programa A Primera Hora, de Emisoras Unidas.
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Como invitados en cabina participaron María del Carmen Aceña, exministra de Educación; y Francisco Cabrera, consultor en temas educativos. Mientras que por la vía telefónica se conversó con el ministro de Finanzas Públicas, Julio Héctor Estrada.
La semana pasada trascendió que supuestamente se dio una reunión entre el líder magisterial Joviel Acevedo y autoridades del Organismo Ejecutivo, en la cual habrían acordado un incremento anual del 11 por ciento al salario de los docentes.
Sin embargo, al ser consultado por Emisoras Unidas, el ministro de Educación, Oscar Hugo López, señaló que no se ha alcanzado tal acuerdo. Detalló que sí se realiza una mesa de diálogo desde hace algunos meses, en la cual participan autoridades educativas y el magisterio, pero que aún no se ha abordado ese tema.
¿Es viable?
Tanto Aceña como Cabrera aseguraron que no es viable por ahora aprobar un incremento de ese tipo, tomando en cuenta la situación del país. Coincidieron en que primero se debe atender los temas prioritarios, como mejorar la calidad de la educación, para luego enfocar la atención en ese tema.
Según Cabrera, el Estado de Guatemala no tiene capacidad ni para un aumento salarial para los maestros, ni arreglar carreteras, ni comprar medicina para los hospitales, porque es un Estado que capta muy pocos recursos.
“Guatemala es un país en el que la ciudadanía quiere vivir con servicios del primer mundo pero quiere pagar los de tercer mundo”, aseguró el experto.
Cabrera indicó que no está en contra de que se les dé un aumento a los docentes, pero que lo más importante es establecer qué gana el país si esto se aprueba.
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A criterio de Aceña, este tipo de negociaciones se dan con presiones de sindicatos y corresponden a acciones de la “vieja política”.
La exfuncionaria afirmó que “los pactos colectivos terminan siendo instrumentos políticos del gobierno de turno que comprometen recursos del Estado”.
Además, Aceña dijo que el Ministerio de Educación (Mineduc) “se dedica la mayor parte del tiempo a negociar y buscar que no lo chantajeen”.
En ese contexto, Cabrera mencionó que el sindicato aglutina al 15% de los maestros, pero que es una fuerza capaz de “doblarle el brazo a los Gobiernos”.
A criterio de Cabrera, un aumento salarial al magisterio tiene dos caras:
- a) Negativa: en términos de cómo se hacen las negociaciones y finalmente para qué sirven, pues lo que se negocia es la gobernabilidad de parte del Ejecutivo.
- b) Positiva: Esta tiene que ver con los ingresos reales del magisterio. Sobre ello expuso que “un país con perspectiva de futuro no puede pensarse si sus maestros ganan lo mismo que cuesta la canasta básica de alimentos”.
Por aparte, la exministra dijo que no se debe negociar incrementos de más de un año, pues se ha visto que se pactan aumentos por hasta tres años cuando el presupuesto del Mineduc es anual.
¿Cuánto le costaría al Estado un aumento?
Al ser consultado sobre cuál sería el monto a invertir si el incremento salarial fuera del 11 por ciento, como trascendió la semana pasada, el ministro de Finanzas, Julio Héctor Estrada, explicó que sería de aproximadamente Q1 mil millones, más el pago del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) y el aumento a las clases pasivas, este último correspondería a unos Q150 millones.
En tanto, la exministra Aceña señaló que esa cifra podría servir para becar a 200 mil jóvenes de secundaria.
Estrada agregó que en este momento no está formulado ni planificado un aumento salarial a los maestros, y dijo que se ha hecho un presupuesto multianual para las diferentes carteras, el cual no incluye la partida de incremento a los sueldos.
El funcionario mencionó que Guatemala está saliendo de una situación financiera “muy muy crítica” y que no tiene “mucha holgura”. También dijo que la política de trabajo que se ha tenido ha sido de “apretarse mucho el cinturón”.
“Con lo que tenemos el país funciona al mínimo, tenemos que conseguir más recursos pero debemos tener legitimidad para iniciar ese diálogo sobre cómo obtenerlos”, detalló Estrada.
“No decimos que no se debe mejorar remuneración, pero se debe evaluar de forma amplia las capacidades”, afirmó Estrada.
El ministro de Finanzas expresó que se debe revisar toda la estructura de remuneración y de la carrera pública, pero de forma integral. Y consideró que si se da un aumento en solo una cartera, podría existir un “efecto dominó” en las otras entidades del Estado.
Propuestas
Según Aceña, si se va a negociar pactos colectivos se necesita una estrategia que surja del Ejecutivo, que garantice que la política salarial integral no afectará al Estado.
Asimismo, Aceña resaltó que los esfuerzos en Guatemala deberían enfocarse principalmente en “lograr más y mejor educación y contrarrestar la desnutrición crónica”.
Para Cabrera, el camino a seguir es establecer lineamientos por medio de los cuales se responsabilice a los docentes y directores de los resultados de sus escuelas.
De igual forma, plantear una negociación completa que no sea solo de salarios, sino que se enfoque en temas prioritarios.
Y, en su opinión, el Mineduc no debería encargarse de la alimentación escolar sino que debería ser el Ministerio de Desarrollo el que realizara esa labor. Pues la cartera “debe concentrarse en dar buena educación”, reiteró.
Finalmente, dijo que como país se debería plantear un plan de educación a 10 años, convocado por la Presidencia, el cual se refiera a puntos torales.