"Fue un crimen flagrante que podría haber sido evitado si no hubiera habido una agresión rusa, equipamiento ruso y misiles rusos dirigidos desde el territorio ruso", declaró Petro Porochenko en su cuenta de Facebook.
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"Nuestra responsabilidad con aquellos que murieron y con las generaciones futuras es mostrar al agresor terrorista que tendrá que responder por todos los crímenes cometidos", añadió.
El Boeing 777 que hacía la ruta Amsterdam-Kuala Lumpur fue abatido por un misil el 17 de julio de 2014 en el este de Ucrania, escenario entonces de violentos combates entre las fuerzas de Kiev y los separatistas prorrusos. El incidente cobró la vida de 298 pasajeros.
El equipo de investigación conjunto (JIT), que reagrupa a investigadores de Bélgica, Australia, Malasia, Holanda y Ucrania, concluyó que el aparato fue alcanzado por un misil de tipo BUK enviado desde Rusia y lanzado desde una zona controlada por los rebeldes prorrusos.
Foto: AFP
Un centenar de personas son sospechosas de haber jugado un "papel activo" en la tragedia del vuelo MH17, pero los investigadores no hicieron públicos los nombres.
Las autoridades separatistas y Moscú desmienten cualquier responsabilidad y acusan al ejército ucraniano.
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Aunque en el tercer aniversario de la tragedia aún no se ha detenido a los presuntos autores, las autoridades holandesas prometieron a principios de julio que se les juzgaría en Holanda.
Porochenko declaró que estaba convencido de "la objetividad y la imparcialidad de la justicia holandesa".
No está prevista ninguna conmemoración oficial este lunes en Kiev, aunque sí se celebró una ceremonia con cerca de 500 personas en el lugar del accidente, en territorio rebelde.
