Luego de que el Vaticano haya experimentado varias semanas agitadas por las renuncias de altos funcionarios, entre otros, el papa Francisco no tuvo más remedio que colocar un letrero en la puerta de su habitación, con lo que sigue demostrando su sentido del humor.
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El cartel que el Sumo Pontífice colocó en la suite llevaba la leyenda "Prohibido lamentarse", escrita en italiano.
Pero también le prosigue el texto: "Los transgresores están sujetos a un síndrome de victimismo con la consiguiente caída del sentido del humor y la capacidad de resolver los problemas. Las sanciones se duplican cuando la infracción es cometida en presencia de los niños".
La fotografía fue publicada en el sitio web del diario vaticano La Stampa.
Últimamente, el auditor general del Vaticano renunció, el tesorero regresó a Australia a responder a cargos de abuso sexual y el principal funcionario para asuntos de doctrina fue destituido.
* Con información de AP.