El pasado 9 de julio, un hombre llamado John Stetson se convirtió en testigo de un extraordinario y misterioso fenómeno ocurrido en el golfo de Maine, en Estados Unidos.
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El anormalidad fue captada gracias a la cámara de Stetson y de inmediato fue bautizada como "luna rectangular".
"La luna creciente parecía un iceberg, apenas visible y con la forma de un gigantesco bloque de hielo", comentó el estadounidense, citado por el portal RT.
El inusual aspecto de la luna, que también daba la impresión de tener una tonalidad rojiza, generó desconcierto entre la comunidad científica al no tener una explicación clara sobre su origen.
El fenómeno, según reportes, se repitió al día siguiente, desatando todo tipo de teorías conspirativas al respecto. Algunos incluso se apresuraron a comentar que podría tratarse de un avistamiento alienígena o del llamado 'proyecto HAARP'.
Para el experto Les Cowley, sin embargo, la misteriosa anomalía tiene una explicación científica:
"John (Stetson) dijo que \'parecía un iceberg\'. Eso es apropiado porque dicho espejismo se produce debido al agua fría. El mar frío de la costa de Maine enfrío el aire sobre él, y por encima de eso había aire más cálido (provocando una inversión de la temperatura). Los rayos de la Luna que pasan por el espejismo se doblan y tornan la Luna en diferentes formas, algunas verticales e invertidas. Estas se combinan y forman el \'iceberg rectangular\'".
Otros expertos estiman que el fenómeno podría producirse antes de que la Luna alcance la altura de la atmósfera de nuestro planeta, lo que podría servir como una especie de 'lente'.