El OSDH afirmó este martes que responsables del Estado Islámico confirmaron la muerte de su líder, Abu Bakr Al Baghdadi, aunque las razones y la fecha de la muerte no fueron especificadas.
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"Nos hemos enterado hoy, pero ignoramos cuándo y cómo ha muerto", dijo el director Rami Abdel Rahman.
La muerte de Bagdadi significa un duro golpe al grupo extremista sunita, expulsado de la ciudad iraquí de Mosul (donde solo quedan unos pocos atrincherados) y blanco de la ofensiva de una alianza kurdo-árabe en Raqa.
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Bagdadi "estaba en el este de la provincia de Deir Ezor" en los últimos meses, añadió Abdel Rahman, pero no pudo confirmar si murió en esa región o en otro lugar.
Buena parte de Deir Ezor sigue bajo control del EI, aunque la organización no para de perder terreno tanto en ese país como en el vecino Irak.
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El grupo yihadista no ha confirmado ni desmentido la información a través de sus canales habituales.
El pasado 22 de junio, Rusia afirmó que era "muy probable" que Bagdadi hubiera muerto en un ataque aéreo en el norte de Siria, una información no confirmada entonces por ninguna otra fuente.
En reacción al anuncio del OSDH, el portavoz estadounidense de la coalición internacional, coronel Ryan Dillon, declaró:
"No podemos confirmar esta información, pero esperamos que sea cierto".
Bagdadi no ha dado señales de vida desde una grabación difundida en noviembre, poco después del lanzamiento de la ofensiva de reconquista de Mosul. Se cree que abandonó la ciudad a inicios de este año, probablemente a través de la frontera entre Irak y Siria.
