Al grito de "¡Viva San Fermín!" y con el lanzamiento del cohete conocido popularmente como "el chupinazo", miles de personas dieron el banderazo de salida a las fiestas taurinas de San Fermín, una celebración que se prolongará durante nueve días en las calles de la ciudad española de Pamplona.
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Miles de juerguistas, muchos de ellos llegados de todas partes del mundo, vitorearon, bailaron y se rociaron con sangría y vino en el centro histórico, tiñendo de rosa sus vestimentas blancas.
Foto: AFP
Desde los balcones de los apartamentos, muchos otros observaban a la multitud.
Los sanfermines (inmortalizados en la novela de 1926 de Ernest Hemingway, "Fiesta") mezclan procesiones religiosas, fiestas que duran toda la noche, corridas de toros y mucho alcohol.
Foto: AFP
Pero lo que concita mayor atención son los famosos encierros, en los que cada mañana cientos de personas recorren junto a seis toros las estrechas calles del centro de Pamplona.
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El primero de estos encierros (que desde su inicio en 1911 han dejado unas 15 víctimas fatales) tendrá lugar este viernes.
Refuerzan la seguridad para evitar abusos sexuales
Con el recuerdo fresco las denuncias por agresiones sexuales en las fiestas del año pasado, entre ellas una violación colectiva sufrida por una joven de 18 años, las autoridades han reforzado su campaña de seguridad.
Los cinco hombres, quienes filmaron la violación, están en prisión en espera de un juicio. Entre ellos hay un guardia civil y un militar.
Las autoridades municipales, además, han llenado las paredes con el eslogan "Pamplona libre de agresiones sexistas".
Las autoridades han previsto un amplio dispositivo de seguridad con 3 mil 500 agentes de policía y helicópteros, además de barreras de cemento para impedir el acceso de vehículos a áreas festivas. Esto último, con el miedo latente causado por la ola de atentados terroristas que han golpeado a Europa en los últimos meses.
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