Tiene 64 años y seguramente lo has visto pidiendo dinero para su sustento en una reconocida avenida de la zona 10, se llama Tanislao y hace unos días un héroe anónimo le devolvió la sonrisa al darle un regalo soñado.
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Hace algunos años un incendio amenazó con terminar con su vida y casi lo consigue, como consecuencia de las graves quemaduras, el anciano sufrió lesiones permanentes.
Perdió parcialmente la vista, quedó con cicatrices en el rostro y perdió sus dos brazos.
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Sin embargo, gracias a un donante anónimo, Imprende, una entidad especializada en prótesis, realizó uno de sus sueños; hizo que volviera a utilizar su brazo, ahora no puede creer que puede tomar una cuchara y comer por sí solo.
“Tanislao tenía la convicción de que quería poder agarrar la botella y nos concentramos en ayudarle hasta que lo logró. Finalmente pudo hacerlo y causó un sentimiento impresionante. Con cariño nos dijo que finalmente podría abrazar a su esposa Ofelia”, publicó Imprende en su “fanpage”.
La organización compartió la historia de Tanislao, originario de San Marcos, y mostró en un video cuál fue la reacción del anciano cuando utilizó por primera vez su prótesis.
Si crees reconocerlo, Tanislao es una de las personas que pide dinero cada vez que el semáforo marca en rojo para los vehículos que se dirigen sobre la décima calle y Avenida Reforma de la zona 10.