Momentos de dolor se viven en el caserío Nuevo Progreso, aldea Quilingo, Chiantla, Huehuetenango. En donde entre flores y a la luz de las velas, familiares y amigos de la familia García Carrillo lleva a cabo el velatorio de una mujer y sus cuatro hijos, quienes fallecieron ayer como consecuencia del alud ocurrido en San Pedro Soloma.
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Aura Irene viajaba acompañada de sus tres hijas y su bebé de 6 meses de edad cuando ocurrió el deslizamiento de tierra. Se dirigían de San Pedro Soloma hacia Quilingo para que las niñas pudieran asistir a clases en la escuela de ese lugar.
Junto a ellos también viajaban otras dos hijas de Aura, quienes sobrevivieron al alud. Una de ellas permanece en el centro de salud de Soloma a donde fue trasladada para ser atendida.
El sepelio de las cuatro personas se realizará a las 13:00 horas de este miércoles. Los cuerpos son velados en un espacio que fue cedido por conocidos de la familia.
Antes de ser inhumados, se tiene previsto que trasladen a los fallecidos a su casa y luego a la escuela en donde estudiaban las niñas. Posteriormente serán llevados al cementerio de la comunidad para darles el último adiós.
Cabe mencionar que según relataron familiares de las víctimas, los féretros fueron comprados con fondos que se recolectaron entre pobladores de San Pedro Soloma.
Perseguían un sueño
Trabajar a diario en un puesto de frutas en San Pedro Soloma era la forma como Aura y su esposo Alicio buscaban un mejor futuro para sus seis hijos.
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Actualmente residen en una habitación construida con adobe, la cual mide aproximadamente 3 por 3 metros. El sueño de la pareja era construir una casa para mejorar las condiciones de vida de sus pequeños.
Incluso las niñas aseguraban no tener problemas para apoyar en el puesto los fines de semana trabajando y poder alcanzar el objetivo, recuerda don Alicio.
Protegió a su hermana
La familia García Carrillo la integran Aura Irene, la madre; Alicio, el padre; y los hijos: Alicio David, de 6 meses; Mariola Saray, de 3 años; Fernanda Nohemí, de 5 años; Leidy Alicia, de 9; Elvira Vicenta, de 11; y Mayra Lorena, de 18.
Ahora don Alicio, Leidy y Mariola se enfrentarán a la ausencia de los otros cuatro miembros de la familia.
El padre recordó que su hija Mayra protegió con su vida a Mariola, y logró salvarla. Según relató, cuando ocurrió la tragedia la abrazó, y su cuerpo la defendió de las toneladas de tierra que se derrumbaron de la cumbre Guachuna.
El deslizamiento registrado ayer soterró a cinco viviendas, un autobús y un camión. El saldo fue de 11 personas fallecidas y cuatro heridas.
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