Hace 11 años, Diego Santoy Riveroll fue acusado por el asesinato de los hermanos Érik Azur y María Fernanda, de siete y tres años, respectivamente.
PUBLICIDAD
Además de causar lesiones a su ex novia Érika Peña Coss, hermana de los niños, y la privación ilegal de la libertad de la empleada doméstica Catalina Bautista.
El "Asesino de Cumbres", apodo adquirido por el nombre de la colonia de clase media alta donde se cometió el doble crimen, ha dado clases de computación en la prisión.
A favor y en contra
El caso provocó polémica y división de opiniones en todo México. Mientras unos exigían el máximo castigo, otros argumentaban que fue manipulado por su ex.
Una joven llamada Lety abrió un club de fans de Diego Santoy en el sitio de Yahoo.
El grupo fue creado en abril de 2006, un mes después del homicidio, con el objetivo de defender la supuesta inocencia del joven.
Diego tiene 32 años, y según sus conocidos él sigue despertando la misma atracción en el sexo femenino.
PUBLICIDAD
En marzo de 2009, el mexicano contrajo matrimonio con una fan y con quien procreó un hijo, que a la fecha tiene siete años.
Incluso, en un perfil de Facebook, administrado por alguien cercano, publicaron fotos del hombre junto a su familia y una con su el pequeño.
El caso que conmocionó a todos
Todo sucedió la mañana del 2 de marzo de 2006. Según la historia, Diego Santoy Riveroll entró a la casa de Érika Peña Coss, en la colonia Cumbres de Monterrey, con quien había tenido una relación sentimental que ella había decidido terminar unos días antes.
El plan al principio era robar algunas pertenencias de la familia; sin embargo, las cosas terminaron en el terrible asesinato.
El niño recibió varias puñaladas en la espalda con un cuchillo de cocina, mientras que su hermanita fue estrangulada con la cinta de unos zapatos.
Los hermanitos no serían las únicas víctimas de la historia, pues Diego también tenía pensado matar a su ex, quien sobrevivió a pesar de las puñaladas recibidas por parte de él y algunos intentos de degollarla.
A mediodía se supo la noticia gracias a la televisión local, y se comenzó la búsqueda del hombre de 21 años, después de que éste también secuestrara a la empleada doméstica de la casa, a quien pocos minutos después dejó libre y hasta le dio dinero para el camión.
La mamá de los menores, la astróloga Tere Coss, famosa en programas matutinos de ese Estado, no se encontraba en la ciudad debido a compromisos laborales.
Días después, Diego fue encontrado junto a su hermano en Oaxaca, con quien planeaba escapar a Guatemala, y fue devuelto a Monterrey.
Fue defendido por la abogada Raquenel Villanueva, famosa por su participación en la defensa de notables criminales.
La historia cambió drásticamente
En sus primeras declaraciones, Diego asumía completamente la culpa, pero después involucró a Erika Peña, quien aseguraba había matado con sus propias manos a sus hermanos y después le había pedido que la hiriera, todo esto como un "Pacto de amor" que ella pedía en su relación.
Entre sus declaraciones, el asesino aseguró que también había tenido relaciones sexuales con Tere Coss, por lo que Erika había sentido celos y podía ser el motivo por el que decidió hacer todo esto.
Sus declaraciones fueron desechadas después de la muerte de su abogada a manos del crimen organizado dos años después.
El abogado de la familia Peña Coss era Roberto Flores Treviño, quien hoy es Procurador de Justicia de Nuevo León, por lo que todo el peso de la ley cayó sobre él con 138 años de condena dentro del Penal de Cadereyta.
Sin embargo, según estipula la ley del estado, Diego Santoy sólo estará 40 años en la cárcel, por lo que saldrá a la edad de 63 años, si su condena no se reduce por buena conducta.