En el aeropuerto internacional Ben Gurion, en Tel Aviv, Donald Trump afirmó que "tenemos ante nosotros una rara oportunidad de aportar seguridad, estabilidad y paz a esta región".
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Además, el mandatario estadounidense reafirmando el "vínculo indestructible" entre Estados Unidos e Israel.
"Pero solo podremos llegar trabajando juntos. No hay otra solución".
El presidente y el primer ministro israelíes, Reuven Rivlin y Benjamin Netanyahu, recibieron calurosamente a Trump y su esposa Melania, ataviada con un traje blanco, que viajaron a bordo del Air Force One, en el primer vuelo directo entre Arabia Saudita e Israel.
"Vine a esta tierra antigua y sagrada para reafirmar el vínculo indestructible entre Estados Unidos y el Estado de Israel".
El presidente estadounidense aprovechó la visita a Israel para atacar nuevamente a Irán.
"Estados Unidos e Israel pueden afirmar con una sola voz que Irán jamás debe ser autorizada a poseer un arma arma nuclear (nunca jamás) y que debe cesar la financiación, el entrenamiento y el equipamiento mortíferos de terroristas y milicias".
Días antes, en Arabia Saudita, Trump acusó a Irán de "alimentar los incendios del conflicto sectario y el terrorismo", y pidió su aislamiento internacional.
Durante la cumbre de los dirigentes árabes, durante el fin de semana en Arabia Saudita y antes de la de la OTAN y el G7, que se celebrarán en próximos días, Trump llamó, en el mismo sentido, a una amplia convergencia de intereses en la lucha contra el extremismo.
El presidente estadounidense, que tiene intención de patrocinar algún día un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos, no mencionó directamente este conflicto, uno de los más viejos del mundo.
Netanyahu, por su parte, repitió a Trump que Israel tenderá "la mano en señal de paz a todos (sus vecinos), incluidos los palestinos".