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“A Visa for José” Novia de guatemalteco “abusado por su padre” lucha por evitar que sea deportado de EE. UU.

Durante 15 días, José González Ochoa recorrió el desierto mexicano, con los pies sangrando, camino a Estados Unidos. Para ese entonces, tenía 13 años e iba acompañado de su padre, un hermano menor y otros migrantes.

González había vivido con sus abuelos, que se hicieron cargo de él cuando sus padres emigraron a Columbus, Ohio. Su padre, José González, se vino cuando él tenía dos años y madre lo hizo al año siguiente.

“Un día mi padre me llama y me dice que me iba a traer a Estados Unidos”, cuenta González Ochoa al relatar su reencuentro con un hombre que era prácticamente un extraño. “A los pocos meses fue a Guatemala y me dijo, ‘nos vamos’”.

El muchacho pensó que tomarían un avión, pero pronto descubrió que el plan era otro. No obstante, era muy joven como para darse cuenta del impacto que el cruce de la frontera para ingresar a Estados Unidos tendría en su vida.

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Terminó sus estudios

Siete años después, González completó sus estudios secundarios, pero está preso en el Centro de Detención de Stewart, tras ser detenido el domingo de Pascua.

González Ochoa, quien hoy tiene 20 años, fue arrestado cuando conducía un auto en el que viajaba también su novia, Marta López, hacia West Point Lake, para un picnic familiar. Él tomó el volante porque ella había trabajado toda la noche y estaba cansada.

Fue detenido por rebasar los límites de velocidad y al pedirle sus documentos, quedó a disposición de las autoridades por manejar sin licencia. Estuvo dos días en una celda de Hamilton, hasta que quedó bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas por estar en el país de manera ilegal.

López es española y llegó a Columbus en un programa de intercambio estudiantil. Conoció a González Ochoa cuando ambos estudiaban en la Shaw High School. Terminaron la secundaria en el 2016 y comenzaron a forjar una vida juntos.

“Me voy a casa y estoy en estado de shock”, expresó la muchacha de 18 años, quien tiene una tarjeta verde de residente. “Estoy desesperada y empiezo a llamar a los profesores. Pienso ‘te voy a sacar de allí, José. Te voy a sacar. Lo siento mucho. Es culpa mía”.

En busca del permiso

Desde entonces, López y una exprofesora de ambos, Rebecca Hagues, han estado tratando de sacar a González Ochoa del centro de detención y de evitar que sea deportado. Dicen que es una víctima de violencia doméstica a manos de su padre, quien fue deportado a Guatemala. El padre amenazó con matar al muchacho si regresaba al país, según dijo el joven.

López contrató a Britt Thames, abogado de Macon, para que lleve el caso. También ha estado reuniendo cartas de recomendación, informes de la escuela y otros documentos. Además lanzó una campaña online de recaudación de fondos llamada “A Visa for José” (Una visa para José).

“Si sale, va a salir con una visa para poder estudiar, poder ser un dentista, como quiere, y ser un tipo normal”, declaró la muchacha.

En una carta a un juez del servicio de inmigración, González Ochoa escribió que él y López planean casarse y formar una familia. “Lo único que me asusta es perderla a ella”.

Thames afirmó que González Ochoa fue “golpeado y abusado por su padre sistemáticamente”. Cree que el joven satisface los requisitos para recibir una visa U, reservada para las víctimas de delitos que han sufrido daño físico o mental sustancial y están dispuestas a ayudar a las autoridades con un caso pendiente. Ya ha pedido la excarcelación bajo fianza.

Con información de AP

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