Venezuela salía nuevamente a las calles este miércoles para exigir elecciones generales, arreciando su ofensiva contra el presidente Nicolás Maduro pese al temor a estallidos de violencia, que dejan una treintena de muertos en este mes.
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Vestidos de blanco, llevando banderas venezolanas, los opositores empezaron a marchar desde varios puntos de concentración con la meta de llegar, en Caracas, a la sede de la Defensoría del Pueblo, en el centro de la ciudad, considerado un feudo chavista, donde hasta ahora no han podido entrar.
"Quiero morir en Venezuela libre de dictadura. Llevo casi un mes protestando y voy a seguir hasta que salgamos de esto". -Elizabeth Freites
La mujer de 77 años se cubría del intenso sol con un paraguas. En su cartera llevaba una botella con bicarbonato para mitigar el efecto de los gases lacrimógenos.
El paso de la marcha hacia el centro de se vio impedido por contingentes policiales y militares, que bloquearon desde temprano con camiones y equipos antimotines los accesos a autopistas de distintos sectores de Caracas y de otras ciudades, y lanzaban gases y chorros de agua a los manifestantes.
Sin ceder terreno, los seguidores del chavismo marcharon por el centro de la capital y se concentran en las afueras del Palacio presidencial de Miraflores, donde esperarán a Maduro.