Marine Le Pen y Emmanuel Macron se enfrentaron este lunes en un duelo de mítines para intentar consolidar su posición de favoritos, a seis días de las elecciones presidenciales francesas.
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Hace unas semanas, la líder del Frente Nacional (FN) y el candidato de "¡En Marcha!" exhibían una ventaja en los sondeos de más de cinco puntos porcentuales sobre los demás candidatos, pero en los últimos días el margen con los otros aspirantes se estrechó.
Aunque las encuestas señalan que Le Pen y Macron siguen encabezando los sondeos, empatados a 22 % según un sondeo Ipsos publicado el viernes, el izquierdista Jean-Luc Mélenchon y el conservador François Fillon les pisan los talones para la primera vuelta del 23 de abril, con 20 % y 19 % de la intención de voto respectivamente.
En un intento por dar un impulso a su campaña, el exministro de Economía, Macron, quien se somete por primera vez al sufragio universal, llenó el lunes la sala de conciertos parisina de Bercy, con capacidad para unas 20 mil personas.
"El próximo domingo vamos a cerrar la página de los últimos 20 años, nuestra generación está lista para el cambio", proclamó Macron, quien con 39 años se presenta ante los francesas como una alternativa a los políticos que han gobernado el país desde hace décadas.
Macron aprovechó la ocasión para criticar a sus adversarios, sin nombrarlos. "Algunos quieren una Cuba sin sol o una Venezuela sin petróleo", declaró en alusión al izquierdista Mélenchon, admirador de la izquierda latinoamericana.
Con el programa más europeísta entre los aspirantes a suceder al presidente François Hollande, este exbanquero de negocios hizo un vibrante alegato a favor de la Unión Europea (UE).
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"Seré el presidente del despertar de nuestra ambición europea", declaró, en contraste con Le Pen y Mélenchon, que abogan por una ruptura con los tratados de la Europa "liberal".
El benjamín de los aspirantes tiene prevista una semana maratónica para convencer "en el terreno" a los indecisos, cuando según las encuestas uno de cada tres electores no sabe todavía por quién votar.
Su movimiento anuncia "1 mil eventos por día, incluyendo 163 reuniones públicas y al menos cuatro grandes mítines nacionales".
"¡Francia para los franceses!"
La candidata del FN, que ha sabido aprovechar la ola nacionalista en Europa para convertirse en una de los máximos favoritos a acceder a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 7 de mayo, celebró por la noche un mitin en una sala en París con capacidad para 6 mil personas, cerca de la cual se registraron leves choques entre opositores y simpatizantes.
Apenas quince minutos después de que comenzara a hablar, su discurso fue interrumpido por una mujer con inscripciones escritas en su torso desnudo que irrumpió en el escenario antes de ser evacuada por los servicios de seguridad.
Con un programa centrado en el "patriotismo" y la "preferencia nacional", Le Pen espera desmentir los sondeos que vaticinan su derrota en la segunda ronda.
"Los franceses tienen derechos en su país", declaró la líder nacionalista, vestida con los colores de la bandera francesa, arrancando aplausos de la sala y gritos a coro de "¡Francia para los franceses!".
Reiteró además su intención de suspender los acuerdos de libre circulación en el seno de la UE, que "han hecho de nuestro país un vestíbulo de estación para todas las migraciones del mundo". "Mi primera medida como presidenta será restablecer las fronteras de Francia", prometió.
Por su parte, el candidato de izquierda radical apoyado por los comunistas, Jean-Luc Mélenchon, en alza constante desde el primer debate televisivo del 20 de marzo, navegó este lunes a bordo de una barcaza por el canal de l'Ourcq, también en la capital francesa, haciendo varias paradas en el recorrido para saludar a sus simpatizantes.
Dirigiéndose a sus seguidores, el izquierdista se burló de los intentos de sus adversarios de infundir "miedo" entre los francesas acerca de su gran programa de aumento de gasto público y su simpatía con Cuba y Venezuela.
"Se inventan cosas sobre nosotros todos los días", lamentó. "Mantengan el fuego de la rebelión dentro de ustedes", urgió.
Codo a codo en los sondeos con Mélenchon, Fillon, salpicado por un escándalo de empleos ficticios por el que fue imputado, aseguró que está convencido de su victoria.
"Estoy absolutamente seguro de que estaré en la segunda ronda porque hay un fuerte deseo de cambio en nuestro país y soy el único que propone un cambio serio y razonable", declaró en una visita a Niza (sureste) el conservador, que plantea un programa de recortes drásticos para levantar al país.