La prisión fue descubierta en el distrito Ganfouda de Bengasi, y sus instalaciones funcionaban en las casas de las personas que huyeron de la zona ante la llegada de los yihadistas o que las confiscaron, informa la cadena Al Arabiya.
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Asimismo destacó que, debido a las características de esas instalaciones, se presume que la cárcel era operada por especialistas extranjeros que formaban parte del EI.
Como se puede apreciar en las imágenes, las puertas y ventanas de las habitaciones fueron selladas con gruesas puertas de hierro o concreto, y se pueden ver manchas de sangre en las paredes, impactos de bala y huellas dactilares de las víctimas.