Al menos siete civiles y tres soldados resultaron muertos por la explosión de un coche bomba cuyo objetivo era un convoy del jefe del Ejército de Somalia.
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Muktar Adan Moalim, un alto responsable del Ejército somalí, confirmó el número de víctimas a la AFP.
"Hemos confirmado la muerte de siete civiles y de tres miembros de las fuerzas de seguridad".
Un kamikaze al volante de un vehículo repleto de explosivos se lanzó este domingo a mitad de la jornada sobre el convoy que escoltaba a Ahmed Mohamed Jimal. Este es conocido por la población por el sobrenombre de "Irfid", y fue designado el jueves pasado al frente del ejército del país por el presidente Mohamed Abdullahi Mohamed.
Por su parte, el director del servicio de ambulancias privadas Amin, de la capital, Mogadiscio, Abdulkadir Abdirahman Adem, informó que cinco heridos habían sido hospitalizados.
Según varios testigos, el balance de víctimas de este ataque, perpetrado cerca del ministerio de Defensa, es difícil de establecer puesto que los cuerpos de varias víctimas resultaron despedazados por la potente explosión.
Un camarógrafo de AFP que se trasladó al lugar poco después del ataque vio los cadáveres de al menos cinco personas y varios restos humanos desparramados por el suelo.
El ataque fue reivindicado casi inmediatamente por los islamistas radicales shebab, quienes también indicaron que el jefe del Ejército había escapado al atentado.
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Al Shabab, grupo yihadista somalí vinculado a Al Qaida, hizo su reivindicación del atentado a través de un comunicado transmitido por su cadena de radio Andalus:
"Un combatiente muyahidín arrojó su coche lleno de explosivos contra un convoy y las primeras informaciones indican que el jefe del ejército escapó por poco".
Este indicó que otros altos responsables del ejército también pudieron escapar del ataque.