El juez Neil Gorsuch, designado por Donald Trump para integrar la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos, intentó convencer este martes a un grupo de senadores que examina su confirmación que será independiente y no se dejará influenciar políticamente.
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En el segundo día de audiencia ante la comisión de Asuntos Judiciales del Senado, el magistrado llegó a afirmar que no tendrá ningún reparo en juzgar a Trump, si llegara el caso.
"Nadie está por encima de la ley".
El magistrado no quiso, sin embargo, dar su opinión sobre el polémico decreto migratorio del mandatario, actualmente bloqueado por un juez federal.
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"No puedo estar implicado en temas políticos".
Sobre los ataques de Trump contra la institución judicial, Gorsuch se limitó a hacer una valoración general, sin entrar en detalles.
"Cuando alguien critica la honestidad, la integridad o las motivaciones de un juez federal, creo que es desmotivante, creo que es desmoralizante".
El magistrado contó que su estrategia en la Corte Suprema será mantener en secreto sus convicciones, en nombre de la independencia que debe encarnar en la instancia jurídica más alta del país.
Como muestra, Gorsuch no se pronunció sobre el matrimonio homosexual ni los métodos anticonceptivos.