El presidente de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (CorteIDH), el abogado brasileño Roberto F. Caldas, se encuentra en Guatemala por invitación del gobernante Jimmy Morales. Durante su estadía en el país se reunirá con los presidentes de los otros organismos del Estado y verificará varias sentencias relacionadas con el conflicto armado que todavía no se han cumplido. A su criterio, un avance importante en el país es la participación de la sociedad para exigir el respeto por los derechos humanos.
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Una sociedad más educada, en términos generales puede lograr a construir un mejor país". Roberto F. Caldas, presidente de la CorteIDH.
¿Cuál es el objetivo de su visita?
Mi visita y la de mis colegas es sesionar en el país sobre varios casos, es hacer sesiones públicas para que puedan ver cómo funciona la Corte. La principal función de ir a otros países es acercarnos, permitir mayor diálogo como sociedad, con sus organizaciones y las autoridades públicas, siempre para lograr el cumplimiento y la promoción de los derechos humanos.
¿Vino a Guatemala por alguna invitación?
Mi presencia, al igual que en otros países, fue por invitación del presidente de la República, vía la Cancillería; me invitaron hace algún tiempo y hasta ahora estamos concretando la visita.
¿Cuál será su agenda?
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Durante esta semana, en compañía de los otros seis jueces que integran la Corte, tendremos una audiencia con el presidente de la República, Jimmy Morales, además de autoridades de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), la Corte de Constitucionalidad (CC), la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH), la Cancillería, embajadores, organizaciones internacionales y nacionales. Luego me quedo hasta el lunes de la otra semana, para hacer una visita a algunas aldeas indígenas para ver cómo se están desarrollando algunos casos relacionados con el pasado conflicto armado interno.
¿De qué se trata la visita y cuáles casos son?
Es una supervisión de casos en donde la Corte ha sentenciado pero no se le ha dado total cumplimiento, por eso se hará una supervisión. Entre algunos casos está la masacre de Río Negro (ocurrida en Rabinal, Baja Verapaz), los otros no recuerdo.
¿Hay casos recientes donde han pedido la intervención de la Corte?
No porque primero deben pasar por las instancias nacionales. Llegan a nuestra instancia cuando las víctimas dicen que no fue adecuada o suficiente la respuesta que el poder judicial dio en el país, solo ahí puede llegar a la Corte Interamericana. Hay un requisito que, por competencia, del Estado tiene que cumplir primero con su competencia de juzgar, y solo después puede llegar a la Corte.
¿Hablando de la reducción del presupuesto de la CorteIDH, afecta a la región?
Sí, la Corte está sufriendo una restricción de presupuesto muy fuerte, porque la cooperación europea, que garantiza prácticamente la mitad del presupuesto, lo está invirtiendo en la gestión de la migración que están teniendo en Europa.
Al bajar esto, esperemos que los estados americanos correspondan los costos para la Corte Interamericana, que al final es un Tribunal de los países que los crearon.
¿Este recorte de fondos afecta a Centroamérica?
Sí, afecta a la Corte en general, y puede provocar una demora mayor en los procesos. Podemos perder nuestro cuerpo técnico, que es muy calificado.
Es fundamental que los Estados puedan asumir esa obligación, garantizar y pagar un presupuesto que sea adecuado, pues incluso esta instancia funciona de una manera que no es la mejor, porque cada juez no trabaja en tiempo integral, sino parcial. Fuera de las sesiones trabajan para sus países y en sus distintas profesiones, pues son profesores, abogados, consultores, etc.
Lo ideal es que la Corte pueda tener a los jueces en tiempo total.
¿En el caso de Guatemala, existe un ranquin de los casos pendientes?
Un ranquin como tal no tenemos, únicamente que Guatemala es el penúltimo país, después de Perú, que tiene sentencias no cumplidas.
Es importante impulsar el cumplimiento de las sentencias, la disposición debe cambiar positivamente; pero la propia supervisión de algunos casos en este viaje y la invitación del Gobierno es una señal de que hay voluntad de cambio. En el gobierno anterior era dramático porque se llegó a pensar que Guatemala no quería cumplir el mandato.
El número
- 8 días estará oficialmente en Guatemala el presidente de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos.