En noviembre de 2014, otro tribunal que lo juzgaba ordenó el abandono de las acusaciones, blanqueando así a Mubarak, pero la fiscalía apeló la decisión.
El 2 de marzo, la justicia confirmó finalmente el abandono de los cargos. El exmandatario que gobernó Egipto con mano de hierro durante 30 años fue juzgado en varias causas desde su destitución, en febrero de 2011.