Los legisladores del Partido Republicano presentaron finalmente un proyecto de ley para sustituir el sistema de salud conocido como 'Obamacare', una verdadera obsesión del presidente Donald Trump y de la mayoría conservadora en el Congreso.
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Trump recurrió este martes a la red social Twitter para celebrar que su nueva y "magnífica" ley sobre cobertura médica está disponible para revisar y negociar. "'Obamacare' es un desastre total y completo", dijo Trump.
La tarea, sin embargo, podría ser enormemente compleja y exigirá a la mayoría republicana una renovada capacidad de negociación para hacer avanzar el proyecto, por la forma en que funciona el sistema público de salud.
En Estados Unidos, la cobertura de salud es fundamentalmente un mercado privado, ya que el país es uno de los pocos que carece de un sistema universal y gratuito de atención médica.
Alrededor de la mitad de los estadounidenses posee una cobertura privada a través de su empleador, de acuerdo con la Fundación Kaiser Family.
Apenas un tercio de la población aproximadamente tiene acceso a un sistema público, reservado a los ciudadanos más pobres (el programa Medicaid) y a las personas de más de 65 años (Medicare).
El resto de la población queda sin cobertura médica y debe buscar un plan privado individual o mantenerse fuera del mercado. Estos últimos deben pagar precios exorbitantes cuando precisan atención médica y, según estudios de mayo del año pasado, sumaban 29 millones de personas.