Maithripala Sirisena rechazó una nueva petición de Naciones Unidas a autorizar a magistrados extranjeros para investigar los supuestos crímenes de guerra cometidos durante el conflicto con los tigres tamiles.
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"No voy a permitir que (organizaciones internacionales) dicten la forma de dirigir mi Gobierno. No voy a escuchar sus llamamientos para perseguir a mis soldados".
El presidente de Sri Lanka se pronunció en un discurso difundido este domingo por el gobierno.
El viernes, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos criticó "la lentitud de la justicia de la transición" frente a las supuestas atrocidades y llamó al Gobierno a adoptar una ley autorizando la creación de un tribunal especial híbrido.
En 2015, el Alto Comisionado de los Derechos Humanos pidió a Sri Lanka integrar a magistrados extranjeros en un tribunal que investigue la muerte de 40 mil civiles tamiles que supuestamente perecieron a manos de las fuerzas gubernamentales en los últimos meses del conflicto en 2009.
La guerra civil entre la mayoría cingalesa y la minoría tamil causó más de 100 mil muertos entre 1972 y 2009.
Sirisena había dado su acuerdo, pero el plazo de 18 meses que fijó la ONU para ponerlo en práctica no se respetó.
Estos nuevos comentarios del mandatario contrastan con la política de reconciliación que le valió el elogio de la comunidad internacional.